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De lo inevitable a lo esencial

n 2002, Steven Spielberg lo contrató como asesor para ayudar a imaginar el año 2050 para el thriller de ciencia ficción Minority Report . En 2007, dio una charla TED prediciendo los próximos 5000 días de internet; allí habló sobre una experiencia más personalizada y una dependencia de internet, con el aumento de las tecnologías predictivas y la ubicuidad de los teléfonos inteligentes. Mucho antes, en los años ?70, luego de un año de universidad, viajó para explorar Asia y se hizo especialista en cultura oriental. Durante siete años, capturó imágenes de Japón, Corea, Afganistán, Nepal y más. Al regresar a Estados Unidos en 1979, cambió su cámara por una bicicleta y recorrió 8000 kilómetros por todo el país, durmiendo en carpa en los patios traseros de quienes iba conociendo en el camino.

Todo esto y mucho más define a Kevin Kelly, futurólogo estadounidense y considerado uno de los padres de internet por proyectos como WELL, un sistema online pionero lanzado en 1985 y fundador de la principal revista de tecnología del mundo, Wired, hace 25 años. Toda su inmensidad se contraponen con su bajo perfil y modestia. Con un look eterno de los hippies de los 70 y una vida austera, sigue estudiando los cambios tecnológicos para entender sus implicancias en el avance de la humanidad, a lo que ha dedicado 12 libros de divulgación científico tecnológica. En su último libro, Lo inevitable (2017) , Kelly expone sus predicciones sobre cómo la tecnología dará forma a los próximos 30 años, una predicción casi imposible para la mayoría de nosotros, pero no para él.

Kelly tiene una mirada optimista para el futuro, y muestra cómo los cambios que se avecinan, desde la realidad virtual en el hogar hasta una economía bajo demanda y la inteligencia artificial integrada en todo lo que fabricamos, pueden entenderse como el resultado de unas pocas fuerzas aceleradoras a largo plazo. Describe estas tendencias con verbos (fluir, filtrar, acceder, compartir, filtrar, remezclar, rastrear y cuestionar) y demuestra cómo se superponen y son codependientes entre sí. Estas fuerzas, dice, revolucionarán por completo la forma en que compramos, trabajamos, aprendemos y nos comunicamos. Al comprenderlos, será más fácil estar al tanto de la ola de cambios y organizar nuestras relaciones cotidianas con la tecnología.

Esta semana Kelly cumplió 68 años y el regalo lo recibimos nosotros. El fundador de Wired celebró su vida escribiendo 68 máximas, enseñanzas que tuvo a lo largo de su vida y que hoy derrama como una ofrenda a quién tenga la capacidad de absorber lo que él ha descubierto en su camino, lo esencial.

Creo que cada uno de los 68 consejos vale la pena ser enmarcado para tenerlos frente a la compu, para aprender y reflexionar. Pueden encontrarlos todos en su sitio kk.org, pero comparto acá una selección de los 15 que más me dejaron pensando y que me dieron aliento para este tiempo de incertidumbre:

  • Ser entusiasta vale 25 puntos de IQ.
  • Siempre exigí una fecha límite. Una fecha límite te impide tratar de hacerlo perfecto, por lo que debes hacerlo diferente. Diferente es mejor.
  • No tengas miedo de hacer una pregunta que pueda sonar estúpida porque el 99% de las veces todos los demás piensan en la misma pregunta y se avergüenzan de hacerla.
  • Poder escuchar bien es una súper poder. Mientras escuchas a alguien que amas, pregúntale “¿Hay más?”, Hasta que no haya más.
  • Una meta digna para un año es aprender lo suficiente sobre un tema para que no puedas creer lo ignorante que eras un año antes.
  • La gratitud desbloqueará todas las demás virtudes y es algo en lo que puedes mejorar.
  • Los profesionales son solo aficionados que saben cómo recuperarse con gracia de sus errores.
  • No seas el mejor. Se el único.
  • No lo tomes como algo personal cuando alguien te rechaza. Supongamos que son como tú: ocupados, distraídos. Intenta nuevamente más tarde. Es sorprendente la frecuencia con la que funciona un segundo intento.
  • Cuanto más te interesen los demás, más interesantes te encontrarán. Para ser interesante, estar interesado.
  • Si no te estás cayendo de vez en cuando, solo te estás deslizando.
  • Tú eres lo que haces. No es lo que dices, no lo que crees, no cómo votas, sino en qué gastas tu tiempo.
  • Todo lo real comienza con la ficción de lo que podría ser. La imaginación es la fuerza más potente del universo y una habilidad en la que puedes mejorar.
  • Realmente no quieres ser famoso. Lee la biografía de cualquier persona famosa.
  • El universo está conspirando a tus espaldas para que tengas éxito. Esto será mucho más fácil de hacer si aceptas esta pronoia.

Sonido recomendado para leer esta columna: “Once in a lifetime”, Keith Urban

 

Fuente: La Nación

La era remota: cómo nos cambiará la vida después de la pandemia

Hasta febrero, en Argentina se registraba casi un millón de empleados asalariados que trabajaba desde sus casas bajo el régimen de teletrabajo, según datos de Anses. Este número no incluye a los trabajadores monotributistas y autónomos que, juntos, suman unos 3,6 millones de personas más, modalidades en la que el trabajo a distancia es aún mayor.

Pero entonces explotó una pandemia y en pocos días millones de empresas y personas de todo el mundo nos vimos obligadas a aislarnos y a repensar nuestros oficios y profesiones desde casa, muchos por primera vez. La tecnología, expresada en conectividad y comunicación, se hizo indispensable, y una catarata de videollamadas, aulas virtuales y capacitaciones sobre la marcha nos arrojaron adentro de una nueva realidad, porque llamarla normalidad sería subestimar estos tiempos. No, lo que estamos viviendo no es homeoffice . Es vivir una pandemia e intentar trabajar a distancia en el medio. Es cierto que este contexto nos obliga a aprender nuevas maneras de gestionar nuestras horas de trabajo, reconvertir nuestros servicios y hasta repensar cómo y para qué hacemos lo que hacemos.

Para Alejandro Melamed , especialista en recursos humanos y director de Humanize Consulting, la cuarentena está dejando muchos aprendizajes. “Hay empresas que están entendiendo qué tan real era la plasticidad y agilidad que creían tener y la enorme posibilidad que tenemos al trabajar de manera remota, pero que esta requiere pensar cómo hacerlo para que funcione”. Para el especialista, viene un rediseño de muchas propuestas y una aceleración de los procesos de aprendizajes. “Estamos viendo ejemplos de planes que hubieran llevado muchos meses ejecutarse en días. Esto también dejará en evidencia qué estructuras realmente sirven, cuáles aportan valor y cuál es la contribución real que cada uno hace”, dice. Docente de la UBA desde hace 25 años, por primera vez está dando su materia online y celebra la adaptación: “Decenas y decenas de alumnos, junto con la facultad, lo hicieron posible con su flexibilidad, creo que esta modalidad remota dará una gimnasia que se mantendrá en muchos lados pasado este momento”.

Impacto digital

La pandemia está causando heridas profundas en las economías de todo el mundo, con pérdida de empleos y cierre de negocios. Las habilidades más humanas serán variables críticas a la hora de pensar los empleos que prevalecerán, pero también el acceso al lenguaje digital. El conocimiento que este requiere puede perjudicar y aumentar la brecha de inclusión. Leticia Gasca es miembro de los Global Shapers, jóvenes reunidos por el Foro Económico Mundial (WEF) por su contribución a la sociedad. Leticia es fundadora de la organización Shaping the Future of Work y del laborarorio Skills Agility, donde estudia el impacto de la digitalización en la vida laboral. “Es un momento para moldear ese futuro que se impuso. El cambio va a ser proporcional a lo que dure la emergencia sanitaria; por eso, más que pronosticar escenarios, debemos prepararlos. Hay cosas que van a generar un gran cambio, como el teletrabajo”, advierte. Para Gasca, el teletrabajo llegó para quedarse y traerá y quitará oportunidades. “Las personas que estaban más excluidas del sistema, por ejemplo personas con discapacidades, tendrán la posibilidad de acceder a más puestos locales y globales, pero también se verán afectados los perfiles que no se adapten a los cambios digitales, quienes no tengan acceso a la tecnología, y adultos mayores, entre otros”. Otro impacto potencialmente negativo del trabajo a distancia, según Gasca, es lo que se está viendo en varios países del mundo en crecimiento de software de vigilancia sobre los empleados y las vulnerabilidades en software de comunicación. “Se acentuarán nuevos dilemas éticos de privacidad y derecho a la desconexión, entre otros”. Crecerá la relevancia del desarrollo de habilidades relativas a aprender a aprender, comunicarse de manera efectiva a través de los medios sociales, ser ordenado, lograr concentración y trabajar con autonomía.

Matías Woloski es el CTO y cofundador de Auth0, una empresa argentina que provee una plataforma de autenticación y autorización con presencia en 35 países. Más de la mitad de sus 660 empleados trabajan de manera remota desde el primer día y el caso de los desarrolladores de software el porcentaje escala al 80% de los empleados. “Para los que no trabajaban de esta manera es un curso intensivo. Si lo saben aprovechar, van a tener una herramienta más para ellos y para los empleados, porque no hay mejor forma de aprender que haciendo”, dice. Woloski cuenta que, aunque para ellos no fue tan brusco, ahora se suma que la familia está en la casa todo el tiempo, sin ayuda ni poder salir. “Algo que empezamos a hacer es que todas las semanas realizamos actividades recreativas remotas: happy hours, Pictionary, trivias, etcétera. Pero es cansador y hay que ser consciente de la necesidad de desconectarse de todos”, aclara. Para el empresario, el trabajo remoto va a seguir creciendo. “Por ejemplo, en educación, el home schooling va a ser más habitual. Todo lo que sea ventas y call centers también. Hay que bregar por una filosofía del trabajo remoto donde la autonomía, confianza y responsabilidad sean la base de todos los acuerdos”, dice. Por otro lado, una de las cosas que no están del todo resueltas aún es el agotamiento por conexiones a través de videoconferencias. “Mirar a la cara de otro de cerca tanto tiempo, la sobrecarga de lenguaje no verbal, el multitasking , ver tu propia cara muy seguido. Son cosas que no pasan en una reunión en espacio físico. Creo que hay mucho por innovar, con realidad aumentada y realidad virtual, hasta el uso de avatares tipo facemojis, por ejemplo”, aventura Woloski.

¿Hay algo en la historia de la humanidad y las pandemias que pueda darnos alguna pista de si nuestras relaciones laborales pueden cambiar después de esto? Algunos historiadores sostienen que el descenso de población del siglo XIV, que se produjo en parte por la epidemia de peste bubónica, llevó a que se valorice la mano de obra de los campesinos en algunos países como Inglaterra. “Los que sobrevivieron podían negociar mejor la venta de su fuerza de trabajo por la escasez de mano de obra, y eso debilitó las relaciones de servidumbre. Me parece un poco difícil de extrapolar, porque en ese momento desapareció un tercio de la población, o sea, el número de muertes no tiene mucho que ver con la actual. Lo que uno podría preguntar es si los cambios actuales en las formas de trabajo pueden liberalizar más esa fuerza de trabajo”, reflexiona la historiadora Camila Perochena . Esta experiencia global y simultánea será relevante en la llamada transformación digital del mundo, pero menos de lo que algunos futurólogos están diciendo. Esto afirma el economista Eduardo Levy Yeyati , decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella: “Los cambios discontinuos venden revistas, pero no son tan comunes en la práctica. Lo primero que veo, cuando se levante la prohibición, es gente saliendo, volviendo a la oficina, a la compañía humana. En el mediano plazo, es probable que aumente la inversión y la innovación en conectividad y que algunas ocupaciones no manuales converjan en un régimen mixto. De hecho, pensando en voz alta, diría que los grandes ganadores serán los bares y las grandes perdedoras, las oficinas”, vaticina.

Para Yeyati, a partir de esta experiencia, el trabajo remoto ya no será visto con recelo por las empresas, como si se tratara de una modalidad menos intensa. “En muchos casos, es más eficiente. Elimina la distracción de los espacios comunes y acorta los tiempos muertos. En mi experiencia, todo, desde las clases hasta las reuniones, tiende a ser más breve cuando es remoto. Además, la remotización podría mejorar la integración con el trabajo en el hogar, que muchas familias de clase media delegan en las mujeres, alimentando la brecha de género”. Pero no hay que caer en la ilusión de la segmentación: la mayoría de las tareas involucran interacciones complejas entre varias personas para la que aún no tenemos ni el software ni el hardware. “Además, no todo es trabajo: ¿con quién vamos a conversar en el almuerzo o en el break si estamos todos solos en una habitación? Hará falta un mix. La remotización no tolera la semana laboral de 40 horas”, cierra el economista.

Otro fenómeno acelerado en esta era remota es la automatización, cuando entran los robots a la fuerza laboral. Esto sucede en ráfagas en momentos de crisis, como resultado de estos shocks económicos. “Los humanos se vuelvan más caros, está pasando mucho en Estados Unidos, las empresas despiden a los trabajadores menos calificados y los reemplazan con tecnología o con trabajadores más calificados, esto es cíclico en la historia, y por eso urge la necesidad de reentrenar las habilidades de las personas para estos nuevos escenarios”, señala Gasca. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de British Columbia, que analiza tres grandes recesiones de los últimos 30 años, arroja que el 88% de los trabajos que se perdieron son los menos calificados y fácilmente automatizables.

Otro aspecto para analizar en este tiempo de trabajo a distancia y aislamiento social es la relevancia del trabajo de las economías de plataformas (GIG). “Es una fuerza laboral muy vulnerable, esta crisis puede que nos obligue a actualizar los marcos legales para esos trabajadores”, opina Gasca. Según la directora de Skills Agility, otra dinámica que cambiará son los viajes cortos de trabajo para reuniones o presentaciones. “Las tecnologías han avanzado, con videollamadas de 100 o más personas y mejores conexiones de internet. Y hay, además, una preocupación creciente por el impacto de los viajes aéreos en el medio ambiente que puede dar un cambio a los viajes cortos de negocios”, arriesga. En opinión de la ejecutiva, muchos emprendimientos desaparecerán y eso será muy doloroso. “Hay que pensar cómo hacer negocios más resilientes, estudiar los atributos de las organizaciones que sobreviven, que responden rápido, son capaces reinventarse y de innovar, invierten en tecnología y en el talento de su gente”, concluye.

Lentitud obligada

De un día para el otro, el ir y venir frenético cesó. Tener que tomar colectivos y trenes abarrotados o autopistas en hora pico desapareció abruptamente de nuestras rutinas. Aunque las obligaciones puertas adentro en muchos casos fueron más desafiantes que antes de la pandemia, desapareció un sentido de la urgencia lleno de bocinazos. A pesar de sentir la ansiedad y la sobrecarga por las tareas del hogar, muchos lograron, por primera vez en mucho tiempo, conquistar algunas actividades largamente añoradas: media hora de ejercicio diario, cocinar casero, llamar a un ser querido, dormir una hora más, arreglar las plantas o ese espacio de la casa, leer o meditar. “El cambio hacia el trabajo remoto no será de la noche a la mañana, pero la cuarentena puede ser un comienzo, una chispa nueva de otra manera de hacer las cosas. Quedará más expuesta la cultura tóxica de trabajo, horas y semanas de vida yendo y viniendo de la oficina, y, una vez allí, las horas que se pierden en reuniones improductivas y distracciones. Ojalá esto sea una inyección de realismo y aprendizajes”, responde a la la nacion revista, desde su casa en Londres, el escritor canadiense Carl Honoré , autor de Elogio de la lentitud (2004). Máximo referente global del llamado movimiento slow , Honoré afirma: “Antes de la pandemia estábamos llegando colectivamente a un punto de inflexión en el cual la cultura de la prisa nos estaba haciendo mal en todos los aspectos de nuestra vida. Hoy nos han impuesto un taller de lentitud y no tenemos más remedio que vivirlo. Ojalá estemos ante un cambio tectónico de nuestras prioridades”.

Honoré cree que es una buena oportunidad para reconocer una autonomía personal, de empezar a gestionar nuestros tiempos y poder reconocer una sensación de control de los propios ritmos. “Cuando las personas practican esto trabajan mejor, tienen menos errores, son más productivos, aun con la misma carga de trabajo o más. Elegir cuándo corto un rato para comer con mi hijo, para estirarme un poco haciendo yoga o para reposar unos minutos para luego volver a trabajar. No se trabaja menos, pero hay una presencia mayor en cada cosa que se hace”, dice, y agrega: “Las empresas verán cómo esto también puede redundar en beneficios de costos y de bienestar de sus empleados, creo que se acelerará la adopción de lo remoto, sobre todo en las empresas de origen más ágil, y las más tradicionales también sentirán la presión de quienes experimenten que pueden ser productivos a distancia. Habrá muchas personas que volverán a las oficinas y podrán decir: ‘En estos meses aprendí que puedo gestionar mi tiempo y cumplir con mis tareas'”.

Nicolas José Isola , filósofo, doctor en ciencias sociales y coach, advierte que hay gente trabajando menos horas, pero haciendo lo mismo que hacía con mayor intensidad. “En vez de un tiempo cronos, el que pasa por el reloj, estamos en un tiempo kairos, de oportunidad y disfrute en algunos casos; es un tiempo que ayuda a dimensionar la temporalidad de la propia vida”, sugiere. Según Isola, estamos acostumbrados a la sobreacción y sin tanta corrida nuestra mente productivista puede ver que hay algo nuevo, pero hay que saber leerlo. “El trabajo remoto puede transformar nuestra forma de pensar el trabajo, sobre todo cuando los chicos retomen la escuela, apuntar a una mejor calidad de vida, menos tiempo en el subte, más tiempo como queremos. Va a haber que repensar, quizás esto nos haga más flexibles. No era posible que nos confináramos todos y lo hicimos. Quizá podemos hacer más cosas de las que nos creíamos capaces”.

Nuevo mundo

¿Saldremos distintos de esta experiencia? ¿Será realmente un nuevo mundo el que se reinicie post pandemia? Ximena Alarcón Díaz , antropóloga y socióloga, identifica nuevos patrones a seguir en tiempos de aislamiento. “Hay un nuevo rol de apreciación de la tecnología, hasta hace poco había un foco más en la mirada negativa, del detox digital, y ahora no podemos vincularnos con el mundo sin esta virtualización, aunque hay un substrato muy humano que necesitamos seguir teniendo. Creo que hay una mayor conciencia y apreciación también de eso”, opina. Otra nueva tensión que ve es entre quienes pueden tener trabajos digitalizados y los que no, es una especie de nueva elite, un grupo minoritario que trae categorías nuevas, dice la experta, que es cofundadora de Youniversal, consultora de comportamiento y consumo.

Alarcón Díaz habla de un colapso de lo público y lo privado. “Las cosas públicas las estamos haciendo en privado y lo que hacíamos puertas adentro ahora se muestra y divulga en redes sociales. Hay cambios reactivos ante la necesidad de acatamiento: qué tan asentados o no sean los aprendizajes dependerá de la duración de esta pandemia y de las personalidades y perfiles previos de cada uno de los individuos”, analiza. Como en todas las grandes crisis, se cataliza o acelera sobre fenómenos previos, cuánta usamos la tecnología, si cooperamos o no, cómo nos comunicamos. “No es casualidad que la OMS haya elegido la red TikToK para comunicarse con los más jóvenes, por ejemplo. También creo que habrá un replanteo para todo lo referido a la regulación de la GIG Economy y para los trabajadores independientes. Habrá que comprender las nuevas coordenadas culturales y sociales, va a quedar una alta digitalización de compras y habrá que trabajar en la experiencia y emocionalidad que justifique que un usuario se traslade hasta una tienda física”, explica.

Octavio Bramajo , sociólogo y demógrafo, especialista en envejecimiento y seguridad social, opina que, como el envejecimiento de la población es irreversible, la fecundidad está bajando y el número de adultos mayores está subiendo, entonces una mayor automatización de los trabajos es esperable en este contexto. “Que dos personas apretando dos botones puedan hacer funcionar 20 tractores es algo que se ve cada vez más. Pero no creo que por ahora el trabajo remoto vaya a reemplazar al trabajo presencial, a no ser que haya una demostración muy contundente para convencer de que el tiempo que se gana se materialice en un trabajo más eficiente”, opina.

Dentro de las empresas, hay roles que tomaron un gran protagonismo en estos momentos, como los de recursos humanos, transformación digital y comunicación, entre otros. Alejandra Brandolini , secretaria del Consejo Profesional de Relaciones Públicas de la Argentina y presidente de AB Comunicaciones, se especializa en acompañar a las empresas a gestionar su comunicación interna, que hoy debe ser más precisa, rápida y contenedora que nunca. “Es muy relevante identificar y acompañar a las redes de facilitadores de cambio, colaboradores que son agentes de cambio y transformación. Cada uno es gestor y protagonista, y debe aportar confianza a los vínculos. El o la CEO tienen que comunicar y ser confiables, brindar contención emocional para enfrentar los cuidados necesarios, la productividad y creatividad para pasar este momento.

“Acá están en uso todas las competencias, flexibilidad de adaptación al contexto, diversidad e inclusión, ética y transparencia. La coherencia es el imperativo en un contexto hipersensible en el que desde las empresas tenemos que escuchar más que hablar. Trabajar en canales de feedback realmente activos y decir siempre la verdad”, expresa Brandolini. En un escenario post pandemia, según datos de el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el teletrabajo en Argentina podría alcanzar a más de 3 millones de trabajadores. El porcentaje de trabajos que tienen el potencial para realizarse desde el hogar se encuentra entre un 27 y un 29% de los trabajos totales, y se reduce a 18% si se considera la cantidad de hogares con uso efectivo de computadoras.

Estos porcentajes difieren del que resulta de estimar cuántos trabajadores efectivamente trabajaban desde el hogar antes de la cuarentena: menos del 8%, de acuerdo a datos de 2017. El 40% de los trabajadores (4,8 millones) no puede realizar teletrabajo por las particularidades de la actividad económica que realizan. Para ellos, el costo del aislamiento es prohibitivo, no solo por la imposibilidad de percibir sus ingresos laborales, sino también porque se concentran en las franjas vulnerables de la población. Evaluando las oportunidades y los límites del teletrabajo en Argentina en tiempos del COVID-19, de un total aproximado de 11,7 millones de trabajadores cubiertos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de Cippec, entre 3,1 y 3,3 millones se dedican a actividades que podrían ser realizadas desde el hogar. Como complemento, entre 8,3 y 8,5 millones de trabajadores no puede trasladar sus tareas diarias al mundo digital.

La relativa facilidad para trasladar un trabajo del mundo físico al mundo digital es clave para determinar los costos económicos del aislamiento: si la mayoría de los trabajos puede realizarse con facilidad de forma remota, entonces el impacto en el mercado de trabajo será relativamente leve; si son pocos, entonces la disrupción en el mercado laboral será de mayor magnitud. “En el primer caso, la política sanitaria seguirá dominando la escena; en el segundo, las tensiones entre las políticas de mitigación del COVID-19 y la política económica serán evidentes”, destaca Ramiro Albrieu , investigador principal del Programa de Desarrollo Económico de Cippec y autor del documento. Por ejemplo, en profesiones es superior al 50%, mientras que en las ocupaciones no calificadas no llega al 10%. La distribución por grupos de ingreso también es asimétrica: el 10% más rico concentra el 20% de los trabajos que pueden realizarse desde el hogar. Como contrapartida, el 10% más pobre aporta menos del 3% de los trabajos que pueden realizarse desde el hogar. Del estudio se desprenden tres lineamientos para pensar las políticas públicas: desarrollar una estrategia de transformación digital que permita llegar a los segmentos empresariales más alejados a la innovación tecnológica, la digitalización en los hogares y la administración de los permisos para pensar estrategias segmentadas que administren entre los costos económicos y los riesgos de trasmisión del COVID-19.

Para todos, hoy el foco y la energía está en atravesar lo mejor posible, en todos los sentidos, este tiempo inesperado y desafiante como pocos. Mientras, aunque no lo notemos, estamos siendo protagonistas del más grande experimento de trabajo a distancia de la historia. ¿Y si funciona?

 

Fuente: La Nación

En busca del bienestar digital

Movimientos globales, ONG y las propias empresas están repensando la relación de las personas con las tecnologías y su incidencia en la calidad de vida. Con educación y diseño consciente, se empieza a hacer foco en el uso reflexivo e intencional de estas herramientas

Este año terminará con 4500 millones de personas en el mundo con acceso a internet y se espera que en los próximos seis años el número escale hasta los 6000 millones, quienes, con la llegada de la tecnología de conectividad 5G, podrán navegar a velocidades hasta 10 veces mayor a la experiencia más rápida actual. Con dos décadas conectados y con internet avanzando en los aspectos más diversos de nuestra vida, la incidencia de su impacto en nuestra salud y costumbres es el centro de un cuerpo creciente de investigaciones que advierten sobre la necesidad de reflexionar y generar un entorno más sano e intencional en esa conectividad. Lo que se busca es una tecnología más humana con foco en el bienestar digital de las personas.

De hecho, los mismos usuarios se encuentran muchas veces atrapados en un uso que, advierten, puede ser nocivo, pero que no saben cómo modificar: cuidado de datos personales, consumo y difusión de información falsa, uso excesivo de redes sociales, conexión permanente y ansiedad son algunos de los temas que saltan del mundo digital con un impacto real en nuestra calidad de vida y relaciones.

Tristan Harris es quien lidera esta conversación a nivel global y lo hace con el convencimiento del converso. Exdiseñador especializado en ética de aplicaciones de Google, es el fundador del movimiento Time Well Spent y de la organización The Humane Tech Center, focalizados en la evangelización y desarrollo de una tecnología más humana. Según Harris, lo que estamos viviendo es una cacofonía de tecnologías extractivas que generan una degradación humana (human downgrading), y es ahora el momento de refundar la manera en la que mediamos con ellas, a través de la modificación de su diseño.

LA NACION revista habló con Harris sobre la misión de su centro: “El modelo de uso gratis de las aplicaciones, en el modelo más caro del mundo, genera una economía de atención extractiva. Las redes sociales han creado un Frankenstein digital al aprovecharse de las debilidades humanas (miedo, indignación, vanidad) y la tecnología ha degradado nuestro bienestar”, sentencia. Para Harris, que en sus comienzos fue uno de los integrantes del Laboratorio de Tecnologías para la Persuasión de la Universidad de Stanford, catalizar de manera completa el bienestar digital requiere trabajo específico. “Necesitamos ser profundamente sofisticados, no solo con la tecnología, sino también con la naturaleza humana y las formas en que uno impacta al otro. Los tecnólogos deben abordar la innovación y el diseño con la conciencia de proteger las formas en que somos manipulados; necesitamos más atención sobre lo que protege y cura la naturaleza humana y los sistemas sociales”, dice. Desde su centro, ofrecen una guía de diseño de productos gratuita para explorar y evaluar cómo la tecnología nos afecta a nivel individual, relacional y social.

El segundo punto que aborda Harris es cómo se está desarrollando la inteligencia artificial (IA). “La IA tiene que ser para el humano, no una IA abrumadora. Hoy ya tiene un poder asimétrico sobre las vulnerabilidades humanas. Necesitamos convertir eso en IA para que actúe en nuestro interés haciéndolos fiduciarios a nuestros valores, lo que significa prohibir los modelos comerciales de publicidad que se extraen de esa relación íntima”, describe. Y el tercer aspecto por tener en cuenta es el de los incentivos regenerativos humanos. “Debemos abandonar el fracking de atención de la gente, desarrollar un nuevo conjunto de incentivos que aceleren una competencia en el mercado para solucionar estos problemas. Guardianes de la tecnología como Apple y Google pueden alentar a las aplicaciones a competir por nuestra confianza, no por nuestra atención, al remodelar las tiendas de aplicaciones, los modelos de negocios y la interacción entre aplicaciones que compiten en pantallas de inicio y notificaciones”, propone Harris. También cita a los inversores, accionistas, políticos, periodistas y usuarios en general, todos actores necesarios para gestionar una nueva era digital.

“Reconocer esta manipulación y nuestros sesgos es el primer paso. El uso del móvil difiere de otras tecnologías anteriores, porque ahora es la primera vez que lo tenemos con nosotros todo el tiempo y a toda hora; el consumo es personal, la oferta de contenidos es ilimitada y además es multifunción”, dice Santiago Bilinkis, autor del libro Guía para sobrevivir al presente, atrapados en la era digital (Sudamericana, 2019), donde buscar alertar y explicar el funcionamiento de estas tecnologías y sus implicancias en nuestras vidas.

Para Bilinkis, una parte de la solución pasa por hacernos las preguntas correctas para entender el negocio detrás de las aplicaciones que usamos, cómo son creados los algoritmos para poder exigir transparencia en la información. “Estamos dentro de un sonambulismo tecnológico que, a través de filtros, distorsiona la realidad y genera ansiedad. Para los padres es un nuevo terreno en el cual guiar a nuestros hijos, donde ellos son nativos y nosotros, a veces, estamos tan empantanados como ellos. Reconocerlo y traerlo a la conversación familiar es parte de la solución”, dice. La preocupación por el d iseño de los algoritmos es tal que investigadores como Mark J. Nitzberg, director del Center for Human-Compatible IA de la Universidad de Berkeley, está proponiendo que el desarrollo y diseño de apps tenga que atravesar una especie de fases de tests clínicos, como deben hacerlo las drogas antes de convertirse en medicamentos comerciales.

Los dueños de la pelota

Una de las redes sociales más cuestionadas en cuanto al efecto que causa en sus usuarios es Instagram. Diversos estudios, como el elaborado por la Real Sociedad Británica de Salud Pública en 1500 jóvenes de entre 14 y 24 años, la han clasificado como la más nociva para la salud mental de los jóvenes por conducir a sentimientos de inadecuación y ansiedad con su imagen. La empresa de Zuckerberg está al tanto, y en el primer semestre de este año presentó una serie de propuestas en su marco de bienestar digital. Natalia Paiva, directora de políticas públicas de Instagram para América Latina, explica cuál es la estrategia: “Queremos que Instagram sea un entorno positivo e inclusivo para nuestra comunidad. Que el tiempo de uso sea intencional, que es un concepto que tiene mucho que ver con el bienestar, y no es solo desde lo moral, porque debemos, sino que es estrategia a largo plazo. Si los usuarios no tienen una buena experiencia, no tendremos futuro como plataforma de creación y expresión”, dice.

Instagram tiene tres pilares en su estrategia de digital wellbeing: desde cómo ofrece la información de sus políticas de uso, herramientas para que las personas puedan controlar la experiencia y las asociaciones a nivel local con organizaciones, expertos en salud mental y tecnología en cada país donde tiene presencia. Por ejemplo, desde este año la red permite silenciar palabras, hashtags y emojis con los que el usuario no quiere encontrarse, como también configurar el tiempo que se quiere usar la red mediante alertas que avisan cuando se alcanzó el límite. Por otra parte, si alguien busca un hashtag con palabras sensibles como d epresión, ansiedad, angustia suicidio, aparece una ventana con propuestas para que el usuario le pida ayuda a un amigo o institución especializada.

Un cambio relevante es la prueba que Instagram está haciendo en siete países para que la cantidad de me gusta (expresados en corazones) y reproducciones no estén a la vista de todos, con el fin de evitar que los usuarios suban material por el solo hecho de ver la acumulación de aprobaciones ajenas. “Queremos que las personas se concentren más en la calidad de sus conexiones que en sus métricas de performance”, dice Paiva desde San Pablo, Brasil, uno de los países que está haciendo la prueba. Facebook está evaluando hacer lo mismo en su plataforma, y también este año dio a conocer un paquete de funcionalidades para darle al usuario mayor poder sobre su información y la que consume.

Consultada por la tardanza de las empresas en presentar estas herramientas, teniendo en cuenta que muchos usuarios ya cumplieron hasta una década usando Instagram o Facebook, Paiva contesta que “la idea de la conexión de salud mental y uso de las redes sociales es muy nueva y todos -empresas, científicos, academia y usuarios- estamos intentando entender algo complejo de lo que se aprende todos los días y se intenta responder a los hallazgos que se van presentando de la mejor manera posible”.

También desde Google están abordando el tema desde su motor de búsqueda y desde Android, el sistema operativo más usado por los argentinos. En las últimas semanas anunciaron nuevas funcionalidades. “El bienestar digital es el estado de estar totalmente cómodo y contenido por cómo la tecnología se ajusta a nuestra vida, es diferente para cada usuario y cada familia: es el resultado de estar consciente y en control de la tecnología que uno utiliza”, describe Matías Fuentes, responsable de Comunicaciones de producto de Google Argentina. A principios de septiembre, YouTube, la plataforma de videos de Google, recibió una multa de 170 millones de dólares por parte de la Federal Trade Commission, debido a las demandas que la acusaban de recolectar datos personales de niños sin el consentimiento de los padres. Por esto, la red decidió quitar las publicidades sugeridas para los niños.

El gigante de Silicon Valley asegura que al entrenar a su asistente virtual y agregar inteligencia artificial a sus productos, genera uso más eficiente y seguro de la plataforma. Android cuenta con el modo Wind Down para desconectarse o el modo Rutina para dormir, que permite mediante la voz configurar una alarma, apagar las luces, reducir el sonido de la música y escuchar el clima del día siguiente. El modo Foco permite seleccionar aquellas aplicaciones que los suelen distraer y silenciarlas cuando esta función está activada.

Para el control parental ofrece Family Link: a través de funcionalidades que permiten configurar aplicaciones, el contenido y el tiempo en pantalla, los padres pueden definir pautas digitales para sus hijos. Tanto la calidad como la cantidad de tiempo que los chicos están conectados es un tema que se está estudiando desde la comunidad médica. Por ejemplo, en la American College of Cardiology (ACC) Latin American Conference 2019, que se celebró del 25 al 27 de julio en Cartagena, se presentó un paper que reveló que los jóvenes que utilizan más de cinco horas al día los teléfonos inteligentes tienen mayor probabilidad de sobrepeso y obesidad, lo que obliga a replantear estrategias y hasta usar la tecnología como aliada para promover la actividad física en ese segmento etario. En junio de 2018, la OMS incluyó entre los trastornos mentales la adicción a los videojuegos.

En esta revolución digital, la infancia está en el centro del cambio en un país como Argentina, que está en el top 10 de personas conectadas más tiempo a internet, con ocho horas al día. “Las tecnologías producen percepciones ambivalentes y reacciones binarias en padres y adultos en general: por un lado, los medios digitales se perciben como indispensables en vistas de la mejor preparación para el futuro, y por el otro, crece la preocupación por el bienestar digital de niños y niñas. Esta confusión genera desconcierto en la búsqueda del balance y menos claridad en temas de crianza digital. Cada vez son más los adultos que expresan la necesidad de mejorar la experiencia de la vida conectados propias y de sus hijos”, cuenta Mariela Reinman, directora de la ONG Chicos.net

Si bien son varias las problemáticas relacionadas con los hábitos y los medios digitales (temas de convivencia, manipulación de la información y noticias falsas, grooming, autopercepción), para Reinman, el bienestar digital hace referencia a dos grandes temas: tiempo de uso y privacidad. La experta explica que el tiempo de pantallas no es malo o bueno en sí mismo. Además, no hay una oposición radical entre lo digital y lo físico. Todo se está mezclando, chicos y jóvenes usan las redes para encontrarse en el mundo físico y viceversa. “Más que limitar cuantitativamente, deberíamos prestar atención al tipo de actividad que realizan chicas y chicos, promoviendo aquellas más creativas y desplazando el consumo pasivo por el uso activo: utilizar dispositivos para diseñar arte digital, música, editar videos, crear historias, programar, entre muchas otras propuestas”.

El segundo tema es el de la privacidad, que tiene una doble lógica: lo que los chicos deciden publicar (y es importante reflexionar con ellos la distinción entre público, privado e íntimo) y, por otro lado, la privacidad de nuestros datos como usuarios de tecnología, es decir, qué entregamos a cambio de qué. “Cada vez somos más conscientes de la información que generamos y ofrecemos cuando realizamos actividades en internet. Cada me gusta, cada compartir, las geolocalizaciones. constituyen algoritmos complejos que almacenan una inmensa cantidad de datos sobre gustos, perfiles, preferencias. Es importante que los niños sepan desde temprana edad que internet parece gratuito, pero no lo es: el uso se paga con información personal. Esto es muy relevante para la internet actual y futura: internet de las cosas e inteligencia artificial”, cierra Reinman.

Marco digital

La regulación es uno de los componentes indispensables, pero no suficientes para la construcción de una interacción más saludable con la tecnología. Por ejemplo, en Estados Unidos, el senador republicano Josh Hawley está proponiendo leyes contra los elementos adictivos presentes en las redes sociales. Se busca poner límites a la industria tecnológica para que sus productos sean menos manipulativos. En palabras de Tristan Harris, sería regular la economía de atención extractiva. “Cuando hablamos de regulación, nos referimos a limitar las estrategias que se diseñan y perfeccionan para captar la atención de los usuarios. Hay una relación directa entre atención del usuario y crecimiento, revenue y éxito de las empresas, y entonces allí surgen preguntas y conflictos éticos y psicológicos”, dice la directora de Chicos.net.

Las plataformas crecen monetizando nuestra atención. El autoplay y las predicciones de YouTube y Netflix, la tecnología persuasiva, el modelo de recompensas de las redes sociales, que incentiva a pasar más tiempo conectados consumiendo publicidad y cediendo datos personales. Todo esto exige nuevas regulaciones hacia la humanización de los modelos de negocios. Otra de las voces más críticas al modelo actual es la de Jaron Lanier, científico computacional considerado el padre de la realidad virtual, que propone rever desde cero los modelos de negocios de plataformas como Google y Facebook y pensar si no sería más sano pagar por suscripciones que el modelo publicitario actual.

Concientizar sobre que lo digital es real es una de las principales preocupaciones para Sebastián Bortnik, experto en seguridad informática y uno de los fundadores de la ONG Argentina Cibersegura, que ha recorrido infinidad de escuelas los últimos 10 años para crear conciencia sobre temas de bienestar digital. “Cualquier padre podría decir que quiere que su hijo crezca sano y seguro, por lo que se trata de pensar el paralelismo también con el uso de las tecnologías. Nos preocupan las amenazas de la vida real, como la seguridad en la calle y que los hijos coman sano, pero todo esto debe ser trasversal a la vida digital”, dice. Según Bortnik, uno de los principales mitos que alejan a los adultos de procurar un uso adecuado es lo que escucha de muchos padres: “Mi hijo la tiene mucho más clara que yo”, lo que genera una falsa sensación de sanidad y seguridad que dista mucho de plasmarse en el uso que hacen los chicos. Pero es peligroso creer que no hay que hacer crianza en concientización. “Por otra parte, la virtualidad no es tal, lo virtual es real en lo digital. La ansiedad que genera en un chico es real y con la idea de lo virtual nos comportamos como si eso no existiera. Los chicos aprenden a partir del ejemplo y el diálogo”, describe Bortnik.

Para abordar el bienestar digital a través de voces que resulten atractivas para los adolescentes, Unicef y el gobierno de la provincia de Buenos Aires lanzaron el concurso Rap Digital, apadrinado por Dozer, el actual campeón argentino de freestyle de la competencia de gallos, en el que se invita a los adolescentes a reflexionar sobre su rol en cuidar la huella digital.

Unicef también publicó una guía de sensibilización sobre convivencia digital y otra llamada Chic@s conectados, para entender sus hábitos de conexión. “A veces, pensar un buen uso con los chicos no es fácil, porque los adultos tomamos el tema del lado equivocado. Si vamos y les decimos no me gusta que estés todo el día con el jueguito y hablando solo, mientras que estuvo en un juego de estrategia con dos de sus grandes amigos, no nos toman en serio”, completa Bortnik.

Para Ezequiel Passeron, director de la ONG Faro Digital, existe un uso abusivo de las pantallas digitales y es necesario tomar decisiones normativas para poder regular el diseño de estas aplicaciones en pos de los derechos de las personas. “Y consideramos que la reglamentación debe darse a nivel global o regional, ya que limitarlo a nuestro país sería casi inútil por el alcance de estas tecnologías”, advierte.

Desde Faro Digital trabajan en el uso responsable y reflexivo de las tecnologías digitales, tanto en los talleres con jóvenes como en las capacitaciones con adultos en general (familias y docentes). El objetivo es dar información y herramientas para que las personas puedan ser conscientes en la utilización de las plataformas digitales y romper la naturalización con la que se suelen usar estos dispositivos. “Una de las metodologías que aplicamos en nuestros talleres es la de codiseño, que nos permite poner en el centro a las personas y escuchar sus percepciones y construcciones de sentido. Esto nos posibilitó identificar ciertas complicaciones a la hora de hacer un uso equilibrado de lo digital. Algo que no solo sucede entre los más chicos, sino también en los adultos, quienes manifiestan estar cada vez más pendientes del celular”, explica Passeron. Cuando trabajan temas como bienestar digital o desconexión notan que el público encuentra un espacio de reflexión genuino para un tema que por lo general les cuesta conceptualizar, por la propia vorágine del día a día. Y en esos momentos de compartir con otros lo que les sucede a diario respecto de sus vínculos con lo digital, aparecen cuestiones de mucha preocupación y alerta. Es decir, hay consciencia acerca de la problemática, pero no estrategias para modificarla.

“Las posibles soluciones ante esta problemática deben ser integrales y contemplar distintas variables (no es algo que se resuelva con una ley o con una app), pero lo que sí deben tener como horizonte es el cuidado y el respeto por los derechos humanos de las personas, y no solamente el desarrollo económico de las tecnologías digitales”, dice el titular de Faro Digital, que señala como fundamental la creación de instancias de educación crítica respecto de los medios de comunicación digitales.

El bienestar digital está hoy en boca de todos los actores del ecosistema de internet y su construcción será el resultado de los esfuerzos de cada uno: empresas que deben ser transparentes y diseñar sus productos de manera responsable, gobiernos que deben velar por el desarrollo de este ecosistema y proponer políticas que acompañen en la era digital, ONG que controlen y evangelicen sobre una conexión sana y usuarios que hagan un uso más reflexivo, intencional y responsable. En la suma de todos esos esfuerzos es posible que nazca una tecnología más humana.

 

Fuente: La Nación

Cómo la robótica está cambiando la relación entre el cirujano y el paciente

En una esquina del quirófano, un cirujano sentado en una consola mueve pedales y joysticks. Otro médico da indicaciones desde una pantalla y otro les cambia las herramientas a los brazos del robot Da Vinci, que opera a una mujer para extraerle un tumor maligno. En realidad, los que operan son los 4: los cirujanos, especializados en robótica, utilizan la precisión y eficiencia que solo se logra con su compañero de acero y brazos metálicos. Esa escena se vive desde hace muchos años en el Hospital Madariaga de la ciudad de Posadas, Misiones, donde ya se superaron las 800 intervenciones con este método, que es tendencia global para intervenciones quirúrgicas.

Es considerado pionero en cirugía robótica, porque a partir de sus observaciones y experiencia clínica tuvo la iniciativa de desarrollar dispositivos que fueron el principio de una vida dedicada a transformar y evolucionar la cirugía. El Dr. Frederic Moll fundó el Intuitive Surgical en 1995, la compañía que creó el primer sistema de cirugía robótica y al robot Da Vinci. Más tarde, en 2007, fundó Auris Health, una empresa desarrolladora de tecnología especializada en el tratamiento del cáncer de pulmón. Auris diseñó la plataforma Monarch, una herramienta de diagnóstico que utiliza endoscopía asistida por robot. Permite que los médicos accedan con precisión a los nódulos del pulmón más pequeños y difíciles de alcanzar, y ayuda a detectar y diagnosticar el cáncer de pulmón. En febrero de 2019 Johnson & Johnson Medical Devices anunció su adquisición como parte de un movimiento de la compañía hacia un ecosistema digital que combina robótica, instrumentación avanzada y el uso de datos para conectar pacientes y profesionales médicos.

Cirugía 4.0

Esto se conoce como cirugía 4.0 y tiene como objetivo poner a disposición de los profesionales la innovación tecnológica: la robótica más avanzada, instrumentalización de última generación, integración de big data, inteligencia artificial y machine learning para utilizar en las intervenciones quirúrgicas. De esta forma no sólo se mejora y optimiza la manera en la que se realizan los procedimientos, sino que también resulta una optimización y democratización del acceso a la salud.

Hoy Moll dirige la división de cirugía digital de Johnson & Johnson Medical Devices y visitó nuestro país en el marco del 90° Congreso de Cirugía que se realizó en Buenos Aires en el mes de octubre. Allí dio una conferencia sobre “Robótica y el futuro de la Cirugía Digital”, su implementación al servicio del paciente, y la visión de la compañía de democratizar la cirugía.

-Está por cumplir 30 años trabajando en cirugía digital, ¿De qué se trataba esta disciplina antes de Internet?

-Tuve la suerte de estar estudiando para ser cirujano cuando la cirugía mini invasiva era sólo un concepto, antes de que sea real. Eran los 80s, la transición hacia técnicas mini invasivas que nos permitieron pensar en operar a humanos sin hacer grandes incisiones que luego debían curarse. En ese momento eran solo los ginecólogos que lo iniciaron con la laparoscopía, lo que me llevó a pensar por qué no podíamos adoptarlo los cirujanos en general. Vi su técnica y me dije: si ellos pueden inflar la zona y generar esa “gran catedral” donde operar, todos tendríamos que poder hacerlo; para hacerlo había que desarrollar herramientas, y tuve la suerte de tener una buena idea, que fue la de construir un trocar (como un punzón cilíndrico para cirugía) seguro, que se introduce por el abdomen del paciente. Fue una buena idea y fue un inicio de lo que vendría.

Mientras se formaba en negocios, conoció a expertos de Stanford, que trabajaban con el departamento de Seguridad Nacional del gobierno estadounidense en telecirugía, para lograr hacer operaciones a distancia con los soldados que estaban en sus funciones en zonas de conflicto. “Esto me hizo pensar en los beneficios que podría traer manejar una herramienta teledirigida, que ingrese en el paciente sin las imprecisiones de la mano del médico, pero guiadas por estos, a través de robots que permitieran mayor precisión, menos temblores, reducción de sangrados, entre muchas otras cosas”, dice.

-¿Cómo será el futuro de la cirugía digital?

-Queremos crear una generación nueva de robots capaz de hacer la mejor traducción del movimiento de afuera del cuerpo a adentro del cuerpo, pero con robots con poderosas computadoras que puedan grabar, analizar y aprender, para la toma de decisiones en tiempo real y para su análisis posterior. Para que los médicos puedan entender mejor las opciones que tienen, para tratar al paciente de la mejor manera; que el resultado sea cada vez más acertado, lo que debería ser la finalidad de toda innovación médica.

-¿Cómo están transformando el trabajo del médico estas innovaciones robóticas?

-Los profesionales seguirán necesitando entender de dónde vienen y cómo se tratan las enfermedades y por qué se necesitan estas intervenciones, pero también deberán hacer una inversión personal en tecnología, estudiar para entenderlas, aprender qué pueden hacer mejor con ellas, e incorporarlas en una práctica que será cada vez menos sobre una técnica en particular y más sobre la información para la toma de decisiones. El rol del cirujano mutará, se alejará más del cuerpo del paciente a la hora de operar, pero tendrá un rol muy importante en la dirección de lo que allí pase.

-¿Las decisiones a tomar sobre los pacientes serán compartidas entre las inteligencias artificiales y los profesionales médicos?

-Absolutamente, esto ya está pasando y es necesario. Lo más importante que aprendés en la residencia de cirugía es a hacer un buen juicio, es lo más poderoso que tenés, y eso tiene que perdurar, pero con una combinación de fuentes de información del propio cerebro del profesional y del “cerebro” de una computadora, que juntos pueden tomar mejores decisiones. La Inteligencia Artificial avanza y cada vez más importará lo computacional. Algunos temen que las computadoras “tomen el control”, pero no creo que eso pueda pasar en muchísimo, pero muchísimo tiempo.

-¿Cuál es el rol de la nanotecnología en el futuro de la medicina? ¿Tendremos pequeños robots viajando por nuestro cuerpo haciendo su trabajo?

-Uno de los desafíos centrales de cualquier dispositivo médico, sea robótico o no, es qué tan pequeño se puede hacer. Cuanto más pequeño en medicina e intervenciones siempre será mejor, la miniaturización es una tendencia que continuará. Ya hay cámaras en píldoras que viajan a través del cuerpo que toman fotos. Desde el punto de vista del diagnóstico la nanotecnolgía será muy importante.

-¿Qué otras tecnologías se asoman en el futuro de la medicina digital?

La utilización de sensores será de gran impacto en el corto plazo, poder monitorear funciones en el cuerpo y prevenir lo que se ve mal antes de que se transforme en un problema mayor, el “sensing” será una gran parte de la medicina preventiva y en intervenciones en general.

-¿Cómo cree que modificará a la cirugía digital la expansión de la tecnología 5G ?

-No estoy seguro todavía. Mayor conectividad es importante, cuando me preguntan cuándo serán posibles las operaciones a distancia, que es lo que yo veía hace 20 años que se intentaba en el campo de batalla, creo que la razón por la que aún no han avanzado es por la latencia o demora en que llegue la señal de video. Si las promesas de 5G son reales, es posible que veamos mucha más telecirugía, pero hay cosas por resolver, como quiénes son los responsables durante todo el procedimiento, etc. Hay que seguir trabajando.

-¿Están las universidades de medicina preparando a los futuros profesionales para la cirugía robótica?

-No, y es algo que será lento. Para la industria y la educación serán una obligación, pero persiguen intereses distintos y habrá una puja por costos e intereses. Las empresas estarán interesadas en que la robótica llegue bien aplicada y aprovechada a los pacientes, porque hay mucho que perder para las empresas de salud si los productos no son bien usados.

-Además de robots de gran porte como el Da Vinci ¿es esperable ver prótesis robóticas que los cirujanos puedan colocarse, por ejemplo, en sus brazos o cuerpo para operar mejor?

-Es la discusión que tengo con mis ingenieros y cirujanos, que preguntaban por qué no podemos suprimir la consola y usar directamente los herramientas sobre el paciente. No es una buena idea, porque te estás perdiendo lo más importante, que es la precisión que solo da el robot completo con su plataforma de software.

-Teniendo en cuenta en panorama latinoamericano con importantes déficits en la salud pública y con poblaciones con altos índices de pobreza, ¿usted invertiría en robots para cirugías en este contexto?

Por supuesto, porque creo que el progreso, traducido en mejores intervenciones, es imparable; y será solo un tema de tiempo en el que la robótica en medicina sea el estándar que atraviese todas las disciplinas de la medicina, hará mejores trabajos que los cirujanos. Creo que es la solución a los altos costos, más que la que los ocasiona. Cuando empezás a tener los beneficios de internaciones más cortas, y mejores recuperaciones de los pacientes, la cirugía robótica toma sentido muy rápido. Entiendo que es un problema adquirir un robot de dos millones de dólares, pero año a año son más económicos de hacer, y esto seguirá haciéndose cada vez más alcanzable. Por otra parte no hay muchas maneras de mejorar en técnicas manuales, que dependen solo de la habilidad de una persona; en cambio la cirugía robótica puede mejorar muchísimo aún.

Fuente: La Nación

Cuáles son los servicios basados en el conocimiento que exporta la Argentina

an, una historia que nos movilizará es un multipremiado cortometraje que unió a Disney Channel, Discovery Kids, Nickelodeon, Cartoon Network y YouTube Kids para transmitirlo en simultáneo. Con el objetivo de generar conciencia sobre la inclusión y contra el bullying, la historia se acerca a la realidad de la discapacidad de un niño de 9 años con encefalopatía crónica no evolutiva. En televisión, la serie Mini Beat Power Rockers lidera los ratings en América Latina y desplazó del podio nada menos que a Peppa Pig. Cuenta con más de 700 millones de vistas mensuales en YouTube y fue nominada a un International Emmy, elegida entre más de 2600 programas de 93 países. Ambas son creaciones de Mundoloco, uno de los principales estudios argentinos, que exporta el 80% de su producción al mundo. Nació como una idea osada de Juan Campanella, Jorge Estrada Mora y Gastón Gorali de competir de igual a igual con los grandes estudios de animación del mundo, pero contando historias propias y originales. Artistas, guionistas, ilustradores, animadores, programadores, técnicos y productores trabajan allí alrededor del contenido. El primer proyecto fue Metegol y resultó la película de animación más grande creada en América Latina, estrenada en más de 50 países. “Desde Mundoloco Labs desarrollamos nuevas formas de entretenimiento interactivo, vinculando el storytelling con inteligencia artificial. Junto a R/GA, líder internacional en innovación, trabajamos en una nueva plataforma tecnológica de entretenimiento interactivo”, cuenta Gastón Gorali.

Inipop es una pyme basada en internet de las cosas (IOT) que desarrolló una estación meteorológica que permite monitorear diversas variables ambientales del contexto, combinando sensores de precisión e inteligencia artificial para la toma de decisiones, principalmente en ciudades y el campo. Desde la Argentina, además de comercializar el hardware se está haciendo transferencia de conocimiento de esta industria a mercados como Perú, México, Uruguay, Paraguay, Chile y Colombia. Para el período 2019-2020 tienen proyectado que los productos y servicios de exportación asuman más del 60% de su facturación total.

El Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (Incyt), que depende del Conicet, de la Universidad Favaloro y de la Fundación Ineco, utiliza diferentes combinaciones de machine learning, neurociencias y ciencias cognitivas para tratar de predecir la conducta humana en muchos dominios diferentes. “Por ejemplo, en Colombia, trabajamos con la Agencia Nacional para la reincorporación a nivel de estudios de población (26.000 participantes) usando machine learning con cientos de potenciales predictores de violencia en excombatientes (tipo de redes sociales, amenazas percibidas, ideología política y social, rasgos mentales, cuadros psicopatológicos). Podemos predecir si las personas cometieron violencia y también desarrollar perfiles diferenciados que deban ser considerados en los procesos de reintegración. En el ámbito de las imágenes cerebrales, con el Global Brain Health Institute (GBHI) de la Universidad de California San Francisco (UCSF) usamos información de diversos tipos de imágenes cerebrales obtenidas en diferentes partes del mundo para predecir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas”, describe Agustín Ibáñez, director del Incyt, sobre algunos de los servicios que se están ofreciendo desde la Argentina. Han desarrollado pruebas cognitivas y de aplicación masiva para detectar déficits cognitivos que puedan predecir futuras patologías y han desplegado una amplia red internacional en la cual están testeando la validez transcultural de dichas pruebas en la Argentina, Chile, Colombia, Australia, Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña.

¿Qué tienen en común estas tres empresas? Son ejemplos de que la diversidad de actores argentinos parte de uno de los sectores más dinámicos de la economía local, formado por empleos de alto valor agregado y con una potente capacidad de exportación. Esto lo posiciona en el tercer lugar después del agro y las automotrices: son los servicios basados en conocimiento (SBC), una gama amplia de rubros que crece en calidad y volumen, que en 2018 superó los 6000 millones de dólares en exportación y aspira a representar el 15% de las exportaciones argentinas hacia 2030.

En la Argentina, las actividades de la economía del conocimiento, es decir, aquellas que unen el uso intensivo de la tecnología y el capital humano altamente calificado (software, biotecnología, ingeniería, servicios profesionales y producciones audiovisuales, entre las principales) son las más dinámicas: el empleo entre 2007 y 2017 creció 65% más que en el resto de la economía, y las ventas también se incrementaron 70% en el mismo período, frente a un avance general del 12%. En su totalidad, los sectores de SBC emplean a más de 430.000 personas en forma directa.

“Además, la economía del conocimiento tiene la capacidad de ayudar a crecer a los demás sectores de la economía: software e impresión 3D para la industria manufacturera, robótica para la maquinaria agrícola, inteligencia artificial para el comercio, biotecnología para el agro y la salud, entre otras. No hay sector productivo donde la economía del conocimiento no esté transformando la manera de hacer las cosas y abriendo oportunidades. En la Argentina, el desafío es doble. Por un lado, estamos avanzando en un ordenamiento macroeconómico imprescindible, la necesidad de mejorar la competitividad es una tarea prioritaria y está en el podio de las prioridades de las pymes, pero no podemos dejar de lado la necesidad de trabajar en la agenda de productividad con innovación y tecnología”, admite Mariano Mayer, titular de la Secretaría de Emprendedores y Pymes de la Nación.

En los últimos tres años fue el sector con mejor desempeño de sus exportaciones al marcar un alza del 14%, el doble de la que presentaron las de bienes. El aumento de las exportaciones fue generalizado en todos sus componentes, aunque se destacaron los de servicios informáticos, uso de propiedad intelectual y servicios audiovisuales.

Hay aproximadamente 30 clusters o polos de SBC en todo el país, que reúnen a 1460 empresas. Más de la mitad se concentra en cuatro jurisdicciones: Córdoba, CABA, Buenos Aires y Santa Fe, y su actividad principal está vinculada al software y servicios informáticos.

En ingeniería de procesos, una referente es Y-Tec. La empresa de YPF dedicada a desarrollo e innovación en procesos exporta su know how a mercados globales. Otro sector que escala en protagonismo el es de biotecnología y servicios ligados al agro. Por ejemplo, Sinergium Biotech SA es una empresa argentina que fabrica, comercializa y distribuye vacunas humanas, entre ellas, la vacuna antigripal, la vacuna contra el neumococo y la vacuna contra el virus del papiloma humano. Emplean 270 personas en su centro productivo de Garín, partido de Escobar. “Desde 2017 hemos estado registrando nuestros productos en la región, y este año hemos comenzado con las exportaciones a Bolivia y Paraguay de vacuna antigripal trivalente estacional adulto y pediátrico (Viraflú), y la vacuna para tratamiento de cáncer superficial de vejiga (Carcivac). Además de poner a disposición los productos de alta calidad, colaboramos con las autoridades de salud y comunidad médica de cada país al que exportamos con el aporte de todo el conocimiento sobre vacunas, cadena de frío, recomendaciones de estrategias de inmunización y capacitación. Para el futuro estamos registrando mas productos para exportar a la región, y esperamos tener los registros aprobados también en más países”, explica Fernando Lobos, director de desarrollo de negocios de Sinergium.

Enfocada en soluciones para la productividad de cultivos, en Bioceres registran unos 40 millones de dólares en ventas al exterior, básicamente de servicios de investigación y desarrollo, bioinsumos y también por licencias vinculadas a propiedad intelectual. “Hoy el comercio exterior o la exportación comprende entre un 20-25% de nuestros ingresos totales (a futuro esperamos que implique dos tercios de nuestras ventas). A diferencia de la mayoría de otras industrias que se especializan simplemente en una tecnología, química, producto, o etapa del desarrollo de los cultivos, hemos desarrollado una plataforma multidisciplinaria y multiproducto capaz de proporcionar soluciones durante todo el ciclo de cultivo, desde la siembra hasta el transporte y almacenamiento. Nuestra plataforma está diseñada para llevar de manera rentable, tecnologías de alto valor al mercado a través de un enfoque de arquitectura abierta”, describe Federico Trucco, CEO de Bioceres.

No tan soft

Uno de los principales sectores de los servicios basados en conocimiento está representado por el software. La Cámara de la Industria Argentina del Software (Cessi), presentó los resultados de la reciente encuesta anual del Observatorio Permanente de la Industria de Software y Servicios Informáticos (Opssi) de 2018, realizada a 201 empresas con 19.600 trabajadores en total. Se informó que las ventas en pesos corrientes de la Industria Argentina de Software en 2018 aumentaron en un 43,2% con respecto a 2017, lo que generó un incremento del 5,6% en el empleo registrado que, de acuerdo con el Indec, arroja la cifra de 5337 nuevos puestos de trabajo. Así, la facturación total expresada en dólares fue de 3283 millones de dólares a un tipo de cambio anual promedio de $28,13, de los cuales 1701 millones provienen de las exportaciones.

“A pesar de la recesión económica en 2018 y las altas tasas de interés, la industria del software demuestra con su permanente creación de nuevos puestos de trabajo su gran potencial y el compromiso sostenido en los últimos 15 años”, expresó Aníbal Carmona, presidente de Cessi. La encuesta también midió las expectativas para 2019 y reveló que, de existir talento capacitado suficiente en el país, las empresas aumentarían en promedio su plantel de profesionales hasta un 14,3%, lo que implicaría la creación de más de 14.400 nuevos puestos de trabajo registrados. Al mismo tiempo, los empresarios de la industria del software esperan poder crecer en 2019 un 32,4% en pesos (considerando un aumento promedio de precios del 24,1%) y aumentar las exportaciones en un 16,4% en dólares.

Una de las pymes que más proyección tuvieron en los últimos años nació en Jujuy y fue fundada por Pamela Scheurer, una ingeniera que creó Nubimetrics, una plataforma de análisis de comercio online que les provee a los vendedores que usan Mercado Libre toda la información para mejorar sus oportunidades de venta en la plataforma. “Exportamos desde Jujuy a 12 países en América Latina, lo cual representa un 48% de nuestra facturación total, y en los próximos dos años nuestro objetivo es aumentarlo al 80%. Queremos generar trabajo de calidad en el interior y potenciar a todo el NOA”, dice la emprendedora, que para arrancar usó la indemnización de un trabajo, hipotecó su casa y en 2018 facturó 3 millones de dólares. Otras pymes locales de software que están escalando en volumen exportador son Wolox, Lagash (la Argentina es su casa central y representa el 40% de sus ingresos globales; para 2020 proyecta exportar 8 millones de dólares desde aquí), Etermax, Snoop Consulting, entre muchas otras. A estas hay que sumarles micropymes y hasta profesionales independientes, que son muy demandados internacionalmente. Como muestra, sirve el reconocimiento que hace dos meses anunció Coursera, una de las principales plataformas de educación digital: los argentinos fueron rankeados como el mayor talento en tecnología de todo el mundo.

Claro que también en la escena local están los llamados unicornios tech, como Globant, Mercado Libre y Despegar. Globant, empresa de desarrollo de tecnología y transformación digital, exporta el 90% de sus servicios. “El mundo está viviendo dos grandes revoluciones al mismo tiempo: la revolución digital y la cognitiva, que están cambiando la manera en que las organizaciones interactúan con los consumidores. Ambas juntas suponen un mercado de seis mil millones de dólares en los próximos cinco años. Los servicios en general, pero especialmente los Servicios Basados en el Conocimiento, pueden ser uno de los principales motores de empleo del país”, dijo a la nacion revista Martín Migoya, uno de los socios fundadores de Globant. Consultado por sus exportaciones, desde Mercado Libre no revelaron la información. La plataforma de e-commerce ya emplea a 7500 personas (3540 en Argentina) y vale unos 28.450 millones de dólares en la bolsa, lo que la convierte en la empresa argentina mejor cotizada del mundo, con 13 centros de desarrollo en el país.

También firmas internacionales con sedes locales están generando servicios basados en el conocimiento argentino for export. Accenture está a punto de alcanzar los 10.000 empleados en el país. “Más del 50% de lo que producimos se exporta a más de 170 clientes en industrias que abarcan los Servicios Financieros, Recursos Naturales, Consumo Masivo y Telecomunicaciones en 16 países, incluidos Estados Unidos, Canadá, varios países de Europa y América Latina”, describe Flavio Squillacioti, director ejecutivo de Accenture Argentina. Entre los SBC que se exportan están: desarrollo y transferencia de conocimiento en inteligencia de datos, inteligencia artificial, blockchain, realidad inmersiva y seguridad. Microsoft, SAP, RedHat, entre otras, también exportan este tipo de servicios.

IBM Argentina, en tanto, invirtió 15 millones de dólares en 2018 para expandir sus capacidades de innovación digital. En este caso, se amplió su campus de Martínez y se inauguró el Client Center-Centro de Innovación Tecnológica, desde donde se trabaja con inteligencia artificial, servicios de nube, blockchain, seguridad e internet de las cosas. IBM cuenta con equipos locales de Innovación y Desarrollo que trabajan conectados con los 13 laboratorios de IBM en el mundo en la cocreación de nuevas tecnologías. “Un mundo en desarrollo necesita cada vez más servicios basados en el conocimiento y la demanda aumentará. La educación es una pieza clave para el desarrollo de la Argentina. Esta debe ser acompañada de acciones concretas, como la capacidad de revisar y revaluar constantemente lo que enseñamos. En un mundo cada vez más conectado y dinámico surgen nuevos paradigmas, es vital repensar e impulsar también las carreras terciarias”, opina Roberto Alexander, presidente y gerente general de IBM Argentina.

Ley de fomento

Esta semana se aprobó en el Congreso la Ley del Conocimiento, que se presenta como una “continuidad pero mejorada” del proyecto que impulsó Roberto Lavagna cuando era ministro de Néstor Kirchner, y que permitió desarrollar la industria del software. “Apuntamos hacia 2030 a la creación de 215.000 nuevos trabajos, que significa duplicar la cifra actual, y a US$15.000 millones de exportaciones”, explica Mayer.

La nueva ley incluye biotecnología, robótica, inteligencia artificial, impresión 3D, industrias creativas, satélites, y servicios profesionales de exportación. Prevé una baja en el costo laboral y en Ganancias. Busca duplicar el empleo y saltar de los US$6000 millones a US$15.000 millones en exportaciones para 2030. Contempla un mínimo no imponible acelerado para no pagar contribuciones patronales. En cuanto al impuesto a las ganancias, que para el conjunto de las empresas es 30% sobre las utilidades y otro 7% sobre el reparto de dividendos, con el objetivo de estimular que el usufructo no se reparta sino que se reinvierta, en las tecnológicas será de 15% y 13% si se distribuyen utilidades. Además, si se exporta a un país sin convenio de doble imposición, los impuestos que se retienen en ese país de destino se pueden tomar a cuenta de Ganancias. La estabilidad fiscal es otro pilar de la ley, que incluye los derechos de exportación que no podrán subir de los actuales 4 pesos por dólar y se estipula que quienes facturen hasta US$600.000 por año no lo paguen.

Para aplicar a los beneficios de la ley, las empresas deben demostrar que el 70% de la facturación proviene de una de las actividades tecnológicas citadas y tener una certificación de calidad. El 3% de sus ingresos se debe aplicar a la investigación y desarrollo, el 8% a capacitación, y tiene que exportar, como mínimo, un 13%. Según Mayer, las microempresas pueden acceder a los beneficios y cuentan con 3 años para alcanzar los otros requisitos.

Luis Galeazzi es el director ejecutivo de ArgenCon, una entidad que busca promover la exportación de servicios basados en el conocimiento y posicionar a la Argentina como un actor relevante de la industria a nivel mundial. Cuenta con 38 empresas socias que exportan unos 800 millones de dólares en SBC. “Si pensamos a los SBC como una maratón, con la Argentina corremos en el segundo pelotón. Veníamos muy bien hasta 2012, pero vamos perdiendo posiciones, porque otros corren más rápido que nosotros y nos van desplazando. Mantener nuestro ritmo no alcanza, hay que aumentar la velocidad, para eso necesitábamos la ley”. Según Galeazzi, con este incentivo se puede dar trabajo a la totalidad de los actuales egresados universitarios en carreras afines. El sector afronta ahora un inédito impuesto del 12% a la exportación de SBC, que, según el Gobierno, es excepcional por el estado de las cuentas públicas, que se verá limitado a dos años y que excluye a las pymes que facturan hasta 600.000 dólares al año. Para Carmona, de la Cessi, esta ley genera “un Vaca Muerta de la gente”.

Una internacionalización posible

Exportar servicios a otros países conlleva un aprendizaje que muchas empresas comprenden cuando se topan con las primeras barreras en su salida al mundo. Romina Gayá es economista y se especializó en el asesoramiento y análisis de empresas argentinas que exportan SBC. “Los servicios basados en conocimiento tienen la ventaja de que podés ser muy chico, pues hasta un trabajador independiente o freelance puede exportar servicios desde su casa a través de internet. Pero esta facilidad no quita que haya dificultades para pymes y emprendedores para entender las dinámicas y los requerimientos de cada país”, advierte.

Al igual que desde la Secretaría de Pymes y Emprendedores, desde la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional se brinda asesoramiento y herramientas para las empresas que quieran exportar. Por ejemplo, con el programa de internacionalización ayudan a las empresas a abrir oficinas e instalarse en otros países para que puedan expandir sus negocios en nuevos mercados, y se brindan cursos gratuitos para desarrollar capacidades técnicas y de gestión que mejoren su salida al mundo. La plataforma BuyArgentina.gob.ar facilita el acceso a inteligencia comercial y une la oferta exportable de productos y servicios argentinos con importadores y oportunidades de negocio en todo el mundo.

Asoman también nuevos servicios anclados en especializaciones y contextos sociopolíticos locales. Georgina Sticco y Carolina Villanueva son socias desde hace 9 años, y desde su consultora, Grow, trabajan con organizaciones para fomentar una perspectiva de equidad de género en su gestión, productos y servicios. Su trabajo en la Argentina contempla una mirada global de la temática que llamó la atención de organizaciones en Kenia, México, Chile y China, donde empezaron a transferir conocimiento y asesorar desde la experiencia local. También como parte de su plan de exportar el trabajo de las agencias digitales, Interact, la Unión de Agencias Interactivas de Argentina, junto al Interactive Advertising Bureau de Argentina (IAB), entidad que agrupa a las principales empresas de internet y de publicidad digital, organizaron durante abril en Londres el encuentro The 2019 Digital Landscape. La iniciativa forma parte de una apuesta por la internacionalización del trabajo de las agencias, el objetivo de la cámara para este año. “La Argentina tiene muy buen talento, de manera que el crecimiento de todas nuestras compañías va a tener que ver con el hecho de que cuánto más grande sea el mercado donde vamos a competir, mejor. Lo que queremos hacer desde Interact es empujar para que cualquier agencia dentro de la cámara pueda exportar, si quiere. Apostamos en 2019 a jugar muy fuerte para abrir todos esos lazos con el mundo”, explica Gustavo Buchbinder, presidente de Interact.

“Culturalmente, es un país de avanzada, lo que es un enorme diferencial. Hay buenos escritores, diseñadores. Tecnológicamente hay cantidad de empresas que están haciendo camino en el exterior y el nivel de los profesionales es de excelencia”, destacó. Desde las neurociencias hasta el entretenimiento, desde la biotecnología hasta la optimización de procesos, el talento argentino quiere hacerse un lugar definitivo en el mundo con mucho más que granos y bienes tangibles.

Fuente: La Nación

Ya es posible “teletransportarse” al Camp Nou a través de la realidad inmersiva con 5G

Por Martina Rua

BARCELONA.- Un casco de realidad virtual , cámaras 360 yconectividad de red 5G son los ingredientes necesarios para lograr algo muy parecido a la teletransportación. El proyecto se llama 5GStadium-Realidad Inmersiva para deportes, busca permitir que los espectadores puedan sentir que están en el campo de juego aunque no estén físicamente ahí, y se enmarca dentro de una iniciativa llamada 5G Barcelona para consolidar a la ciudad como un referente en el despliegue de esta tecnología.

En el MWC 2019 que se desarrolla en esta ciudad hasta el jueves, la alianza anunciada por Telefónica y el FC Barcelona convirtieron al Campo Nou en el primer estadio de Europa con cobertura 5G dedicada. “La conectividad es el oxígeno del mundo digital en el que estamos inmersos, y las nuevas capacidades de la red 5G permiten esta nueva generación de servicios. Asistir en directo a un partido de fútbol de primer nivel mundial es un privilegio que no todos pueden disfrutar, y este proyecto nos permite ofrecer la posibilidad de vivir eventos deportivos de esta magnitud”, remarcó en la presentación Emilio Gayo, presidente de Telefónica España.

Las redes 5G comenzarán a operar este año en varios países; ofrece más ancho de banda y menor latencia (demora) en la transmisión de los contenidos y puede llegar a ser unas 10 u 11 veces más veloz que una transmisión por redes 4G.

Este tipo de transmisiones ya se realizan desde algunos estadios de básquet en la NBA y crecerán para eventos deportivos y recitales en todo el mundo, permitiendo explorar nuevas formas, más inmersivas, de disfrutar de los acontecimientos deportivos desde casa como si estuvieras en el estadio.

El usuario se coloca un casco de realidad virtual que le permite mirar a su alrededor y ver desde todos los ángulos el campo de juego y a los jugadores, como si estuviera físicamente allí, y sin demora en la transmisión, que se hace en vivo y en directo.

El despliegue, que está en su etapa de prueba, le da al Camp Nou una cobertura permanente 5G en las tribunas y en el terreno de juego, usando la banda comercial de la empresa Telefónica y una red de Ericsson.

En el stand de Telefónica en la feria se pudieron experimentar imágenes en directo desde el Camp Nou, así como contenidos exclusivos del entrenamiento del primer equipo en el estadio de la Ciutat Esportiva Joan Gamper, y un tour virtual en el estadio. Con unas gafas o casco de realidad virtual, el espectador puede ver el partido desde la tribuna, junto a al arquero, cerca de los bancos suplentes o escoger el punto de vista que quiera en cada momento, viendo y oyendo el encuentro como si estuviese en el campo.

Más ancho de banda y menor latencia

Los grandes estadios de fútbol se están convirtiendo en los últimos años en un lugar donde las nuevas tecnologías juegan un papel clave en la captura y retransmisión de las experiencias deportivas: cablecams (esas cámaras que sobrevuelan el pasto colgadas de cables), cámaras en grúas, drones, coberturas móviles reforzadas y streaming de contenidos exclusivos son algunas de las innovaciones que enriquecen la experiencia de la televisión, y que el 5G amplificará gracias al alto ancho de banda de subida una menor latencia (lo que permite transmitir video de altísima calidad sin que haya demora entre lo que está sucediendo y lo que se ve en pantalla) y el Edge Computing, lo que a su vez permite flexibilidad a la hora de colocar cámaras de 360 grados sin necesidad de preocuparse de las comunicaciones cableadas.

La tecnología 5G facilita subir video de entre 30 Mbps y hasta 200 Mbps; video de 360 grados en resolución 4K, mientras que un servidor de streaming colocado en el borde de la red móvil más cercano a los usuarios consigue que múltiples espectadores con gafas de realidad virtual puedan sumergirse en la mejor experiencia que hoy en día existe para disfrutar de un espectáculo deportivo desde un dispositivo móvil.

Fuente: La Nación

CES 2019: televisores modulares y pantallas enormes, la apuesta de Samsung este año

AS VEGAS.- En la antesala de CES 2019 , Samsung reunió a la prensa global para adelantarle sus lanzamientos que se podrán ver este año para la principal feria de tecnología del mundo, que comienza este martes y termina este viernes en la ciudad. Además de anunciar la integración con la oferta de contenidos de Apple (iTunes) en sus Smart TVen más de cien países, los nuevos diseños de televisores de Samsung incorporan la tecnología MicroLED modular, que facilitan la personalización de la TV a los gustos del usuario. Con esta tecnología se presentó una nueva pantalla de 75? y una renovación del modelo The Wall, presentado el año pasado, pero de 219 pulgadas (sí, doscientas diecinueve pulgadas).

La tecnología MicroLED se basa en la combinación de placas con millones de chips LED inorgánicos, de duración ilimitada, que emiten su propia luz sin necesidad de iluminación trasera, lo que permite crear pantallas muy delgadas. De hecho, el modelo es extremadamente fino y tiene marcos prácticamente imperceptibles. Las imágenes producidas por MicroLED tienen una calidad similar a la de OLED, con la diferencia de que OLED usa componentes orgánicos y, por tanto, perecederos.

El concepto que se persigue es que el usuario pueda adaptar su televisor de todas las formas que quiera de acuerdo al momento de uso: elegir el tamaño, la resolución, el ratio de la pantalla (más alargada, más vertical) y hasta cómo experimenta una pantalla con bordes imperceptibles; por eso se pueden combinar. Estas pantallas de TV están compuestas por módulos individuales de MicroLED, con millones de luces LED microscópicas rojas, verdes y azules, para producir colores brillantes en la pantalla y ofrecer una alta calidad de imagen.

Gracias a los avances técnicos en el proceso de empaquetado de semiconductores ultrafinos desde el año pasado la compañía pudo crear una pantalla MicroLED 4K en un formato más pequeño de 75?, según dicen, más adecuado para los espacios que se tienen en el hogar. En resumen, promete que los usuarios creen en el futuro la pantalla bajo sus necesidades espaciales, estéticas y funcionales. Durante la presentación se mostró la simplicidad con la que se agregan o quitan paneles y la facilidad con la que se enciende en pocos segundos los módulos agregados.

98 pulgadas de pantalla

También se presentó un nuevo modelo de QLED 8K de 98″, el más grande hasta el momento fabricado por la compañía, que se suma a los modelos de 65″, 75″, 82″ y 85″. Ya sea que un espectador esté viendo contenido a través de un servicio de streaming, decodificador, HDMI, USB o incluso duplicación de pantalla móvil, la tecnología patentada basada en inteligencia artificial promete reconocer y elevar cualquier contenido, independientemente de la resolución nativa, a una calidad cercana a los 8K.

Con un algoritmo de inteligencia artificial mejorado que aprovecha los servicios de suscripción, el contenido favorito y los hábitos televisivos del usuario, la Guía Universal promete que será más fácil para los usuarios encontrar el espectáculo perfecto para ellos. Los usuarios también tienen más opciones para encontrar y controlar fácilmente su contenido favorito solo con la voz usando el nuevo agente inteligente Bixby y el AI Remote, e incluso con otras formas de controlar sus televisores Samsung a través de Amazon Echo y Google Home.

Un monitor con brazo regulable

También hubo varias novedades en monitores tanto para el uso en la oficina u hogareño como para los amantes de los juegos. El SpaceMonitor busca agregar espacio en el escritorio y ayudar al usuario en su postura frente a la pantalla mediante un brazo integrado, que se sujeta al borde del escritorio, y permite mover al monitor hacia la pared hasta parecer un cuadro, o bajarlo al escritorio y modular su inclinación de acuerdo a la tarea que se necesite realizar. Tiene ajuste ergonómico y un sistema de organización de cables que los esconde dentro del brazo.

Fuente: La Nación

Los argentinos que ocupan puestos clave en empresas extranjeras

Por diferentes razones decidieron emigrar a otros países a desarrollar sus carreras. Una especialización en sus estudios, estar en la meca de su industria, su vida personal o la curiosidad de explorar nuevas oportunidades. Con profesiones y responsabilidades muy distintas, comparten una creatividad resiliente que califican como su argentinidad puesta en acción en cada cosa que hacen. Desarrollan sus carreras creativas en compañías líderes del mundo como Honda, Marvel Studios o la NASA.

Cada uno expresa su talento de un modo particular, pero hay una cuna común que hasta sus colegas de todo el mundo les hacen notar: son directos, entusiastas, se las rebuscan y están dispuestos a defender sus ideas.

Mientras Victoria piensa en la evolución de los súper héroes del futuro de Hollywood, José diseña el interior del próximo auto autónomo. Javier trabaja con gobiernos y equipos para transformar sus culturas, Gaby le da voz a los atletas afuera de la cancha y Pablo diseña trajes espaciales y casas para vivir en Marte. la nacion revista conversó con estos cinco argentinos que hicieron de su creatividad una marca global. Sus orígenes les despiertan suspiros, nostalgia y orgullo que, aseguran, son un sello de su trabajo.

  • José Wyszogrod (50). Jefe de diseño. Investigación y Desarrollo, Honda Inc.

“Ser argentino te enseña a ser creativo”

José había cumplido los 4 años cuando su familia decidió ir de vacaciones a Mar del Plata. Apenas pisaban la playa, él se quedaba en el estacionamiento por horas mirando a los autos que entraban y salían. Unos años más tarde, en la década del 80, cuando llegaron a la Argentina muchos automóviles importados, se montaba en su bicicleta y salía a “cazar” nuevos modelos. Les sacaba fotos que imprimía para armar un álbum. “No sé de dónde viene esta pasión por los autos, siempre me interesaron, pero no por su costado pistero, sino por su diseño”, cuenta desde Tokio, sede central de la automotriz Honda, donde hace poco cumplió 22 años de trabajo.

José Wyszogrod es jefe de diseño y dirige el Centro de Experiencias, Investigación y Desarrollo de Honda en los Estados Unidos y reside en Los ángeles. Durante el tiempo que lleva en la compañía pasó por cada uno de los puestos ligados con el diseño de automóviles. Vivió tres años en Japón, donde aprendió los fundamentos del diseño y la cultura nipona, y fue ganando concursos internos de diseño que lo posicionan hoy como uno de los principales referentes de su área, en una industria con desafíos de diseño que incluyen a los autos autónomos, inteligencia artificial y otros vehículos, como jets.

Se emociona y enorgullece de su paso por el colegio Nicolás Avellaneda y por la facultad de diseño industrial de la UBA. “Tuve compañeros y profesores increíbles que se enfocaban en tener ideas innovadoras, más allá de lo difícil que era hacer cosas de diseño en ese momento; la carrera recién arrancaba en Ciudad Universitaria. El director de la carrera, Ricardo Blanco, era un visionario y lo hizo posible. Ser argentino te enseña a ser creativo, siempre nos la rebuscábamos, había mucho ingenio, hacíamos mucho con muy poco”, cuenta. Cuando empezó a estudiar diseño automotriz en Estados Unidos en una de las principales escuelas, se sorprendían por la calidad de los porfolios de sus trabajos. Mientras estudiaba visitó las principales automotrices del mundo, pero se inclinó por Honda, que siempre le había atraído.

Sus colegas le dicen que es un hombre directo, que busca ir al punto y hablar cara a cara cada tema que se presenta, algo no tan común para la cultura anglosajona donde muchas veces priman los rodeos políticamente correctos. “Tengo mucha dedicación. Desde la UBA soñaba con trabajar dentro de un estudio de diseño, por eso mi deseo y entusiasmo crece con los años”, dice.

-¿Qué es lo que encontrás más desafiante de tu trabajo?

-El trabajo de diseño de automóviles es ultracompetitivo, porque muy poca gente entra a esta industria y una vez adentro competís todo el tiempo con tus colegas para ganar cada diseño. Cómo mi trabajo fue evolucionando tiene que ver con mi ser argentino, esto de salir siempre adelante, y creo que también algo competitivo que tenemos en la Argentina y que me gusta mucho y lo persigo para llevar mi carrera adelante.

Además del diseño José ama la música. Es hijo de un violinista, llegó a tocar teclados con Daniel Melero allá por los 90 y en algunos grupos del underground nacional.

Aunque la mayor parte de sus afectos y su vida está en Estados Unidos, sigue las noticias argentinas, las compartes con amigos, se angustia y entusiasma con la realidad local. “Ahora a mis 50 ya tengo mitad de mi vida aquí y la otra mitad en la Argentina -comenta-, pero sueño siempre con volver algún día.”

  • Pablo de León (54). Director del Laboratorio de Vuelos Espaciales Tripulados para la NASA

“Mientras algunos esperan las condiciones perfectas, nosotros ya le encontramos la vuelta”

Eran finales de los años 60 y la carrera espacial estaba en la tapa de los diarios y en programas televisivos. Aunque en su Cañuelas natal había muchas más vacas que cohetes, Pablo encontró en la revista técnica Lupi todo lo que necesitaba para montar planos y armar prototipos y lanzar sus primeros cohetes en escala a la edad de 9 años. Apenas terminó de cumplir con el servicio militar en la localidad de Río Turbio, Pablo de León comenzó la búsqueda de una carrera con las miras en el espacio. Y al no encontrarla en el país, decidió viajar a los Estados Unidos para su formación universitaria. Completó un posgrado en la Universidad Internacional del Espacio y un doctorado en Historia del Espacio.

Comenzó su trabajo de manera independiente como contratista con soluciones de trajes espaciales para la NASA y desde hace unos nueve años también desarrolla prototipos de hábitats, una especie de bases para desplegar en la superficie de otros planetas o cuerpos celestes. La calidad de sus trabajos le hicieron ganar varios proyectos como investigador externo. Hoy, a De León se lo conoce como “el sastre de la NASA” por sus últimos desarrollos exitosos de trajes espaciales. Dirige el Laboratorio de Vuelos Espaciales Tripulados y es investigador principal del proyecto de la NASA “Estación multi-propósito para misiones futuras al planeta Marte”, en la Universidad de Dakota del Norte y en el Centro Espacial Kennedy, en Florida.

Fue el primer argentino en volar en gravedad cero en 1997 y, aunque hace 25 años que emigró a Estados Unidos, su relación con la Argentina es deliberadamente permanente. Es el Fundador y presidente de la Asociación Argentina de Tecnología Espacial (AATE), desde donde busca promover y desarrollar las actividades espaciales en la Argentina, y organiza desde 1999 el Congreso Argentino de Tecnología Espacial. Ayudó a colocar siete experimentos de universidades argentinas en el transbordador espacial Endeavour y, junto con la Universidad del Comahue, trabajó en el desarrollo del satélite educativo PehuenSat que aún está en órbita.

Es docente por vocación y un gran difusor de la carrera espacial en la Argentina y en el mundo. “Uno en la Argentina está acostumbrado a hacer las cosas sin casi nada, eso te ayuda a desarrollar la creatividad y resolver los problemas con las herramientas que tenés a mano. Cuando uno viene acá y se encuentra con que tiene todo, las máquinas, el capital económico y humano, ve un terreno fértil para poner a funcionar su creatividad”. Cuenta que se frustra cuando habla con colegas argentinos, empantanados en tener que esperar que se destrabe la firma de una partida presupuestaria, que lleguen las resmas para poder imprimir o conseguir un insumo importado para poder trabajar, pero no claudica en resaltar la calidad del talento aeroespacial que produce nuestro país.

-Hace 25 años que trabajás con colegas de otros países. ¿Qué dicen de tu trabajo?

-A mis colegas norteamericanos les llama mucho la atención esto de hacer sin tener todo. Si les falta algo, ellos tienden a decir, bueno, vamos a esperar que lleguen las cosas que son necesarias. Mientras otros esperan las condiciones perfectas, nosotros ya le encontramos la vuelta. Hace 15 años que entreno a ingenieros espaciales e hice un poco de escuela, han salido excelentes profesionales que hoy trabajan para SpaceX, BlueOrigin, la NASA y Boeing. Trabajar con adversidades, aunque no es lo ideal, te agudiza.

De León se entusiasma con la década que viene en su trabajo. La carrera espacial está viviendo un nuevo boom y él trabaja todos los días para ser parte. Aunque más allá de sus ambiciones interplanetarias, aún le queda un pendiente local. “Me queda en el corazón la asignatura de poder trabajar más la temática espacial en la Argentina. Escribo libros sobre la historia espacial argentina y trato de difundir su rica historia cada vez que puedo. Ojalá algún día pueda desarrollarme allá; mientras tanto me entretengo haciendo trajes espaciales y hábitats marcianos para la NASA”, bromea.

  • Victoria Alonso (53). Vicepresidenta ejecutiva de Marvel Studios

“Pienso las películas como esculturas a las que siempre se le puede dar más forma”

Entre las que están en preproducción, filmándose y las de posproducción, Victoria Alonso trabaja con entre seis y ocho súper producciones de Hollywood al mismo tiempo. Como una malabarista extrema, la producción y ejecución de películas como Iron Man, Shrek o Spider-Man son parte de su día a día. A 13 años y 22 películas de haberse unido a Marvel, The Hollywood Reporter incluyó a Alonso en su listado de las 100 mujeres más poderosas del mundo del entretenimiento.

Victoria nació en Buenos Aires y emigró a Estados Unidos en 1985 para su formación universitaria. Estudió Psicología y teatro y comenzó a trabajar en la industria de efectos visuales, primero en comerciales y luego en largometrajes para la compañía de James Cameron. “Aprendí mucho de cine, viajé mucho por el mundo, filmé en África y en Europa, y en el año 2005 quería establecerme en un lugar cerca de mi familia. Cuando un compañero actual de Marvel me dijo que tenía una película, le dije: no me importa de qué se trata, sólo quiero trabajar en Los Ángeles”.

Al unirse a Marvel como vicepresidenta ejecutiva de efectos visuales y posproducción, Alonso fue también coproductora de Iron Man, Thor y Capitán América. Fue productora ejecutiva en Los Vengadores, Iron Man 3, Los Guardianes de la Galaxia Vol. 2 y Spider-Man, entre muchas otras películas. “La evolución de mi puesto es permanente, la historia que vamos a contar es lo más importante: sin una buena historia no importa cuánto espectáculo o efectos especiales pongas”, asegura.

Es una de las pocas mujeres en Hollywood con cargos de alto liderazgo. La dedicación de Alonso a la industria es señalada como modelo por sus logros. En 2015 fue galardonada con el premio Muse de Mujeres en Cine y Televisión de Nueva York, fue la primera mujer en recibir los premios Harold Lloyd de la Advanced Imaging Society a realizadores en 3D, y en 2017 el premio VES de la Sociedad de Efectos Visuales por su avance en storytelling a través de los efectos visuales. En su trabajo le señalan la calidez, la cercanía “tan latina” que cree que es un plus para trabajar con una mirada anclada en la diversidad. “Que una mujer latinoamericana pueda ejercer un rol de liderazgo en una industria tan masculina como la del cine es importante”, opina y asegura que su origen está muy presente. “Hubo momentos en los que me hubiera beneficiado no ser tan focal en mi argentinidad, pero es lo que soy, lo acepto con mucho amor y orgullo. Nunca se puede negar de donde uno viene”.

-¿Cómo te preparás ante cada nueva producción?

-Todas las películas son diferentes, es como tener hijos, que los padres sean los mismos no quiere decir que los chicos lo sean. Para nosotros es una búsqueda nueva, una forma de ver el futuro de los súper héroes de una manera diferente. Muchos dicen que somos una máquina porque manejamos producciones gigantescas, y en cierto sentido sí, porque una lancha podés estacionarla de muchos modos, pero un crucero sólo de un modo determinado y eso lo sabemos hacer. Pero, por otro lado, cada actor es distinto, cada director, cada historia y todos tienen una forma de mostrarnos cómo podemos hacer las cosas cada vez más frescas.

Usa la palabra resiliencia para describir el ADN de la creatividad argentina. Para Alonso es el componente esencial para poder trabajar en una industria tan competitiva y que demanda innovación permanente. “Uno no encuentra la mayor perfección en las películas las primeras veces. Son como una escultura a la que podés siempre darle más forma. En un momento llega la forma que tiene que tener para mostrársela al mundo, pero a todos los cineastas que conozco, si le das dos semanas más, algo van a cambiar: desarmar lo ya armado mil veces y volver a armarlo hasta encontrar lo mejor para la historia”.

  • Javier Bajer (54). Arquitecto cultural, especialista en cambio organizacional

“El cambio cultural debe focalizarse en creencias y no en conductas”

Una fuerza policial del Reino Unido necesitaba cambiar su relación con los ciudadanos debido a la reputación de discriminación que tenía. Una minera de Mozambique quería emprender el camino hacia políticas que mejoren la calidad de vida de los obreros. Un gobierno municipal necesitaba un cambio de cultura interna y con los ciudadanos sobre el reciclado de residuos. Tres desafíos institucionales que requerían un cambio profundo en la cultura organizacional.

En su tarjeta de presentación se lee Arquitecto cultural. En persona se presenta así: “Trabajo de ayudar a cambiar viejos hábitos en comportamientos útiles”.

Javier Bajer nació hace 54 años en Buenos Aires y hace 30 que vive en Londres. Se especializó en acompañar a gobiernos de ciudades y a organizaciones a encarar cambios profundos en su cultura. Doctorado en psicología social y con un máster en neurociencias, vive con su mujer y tres hijos pequeños en el sur de Inglaterra, aunque visita nuestro país a menudo por trabajo y lazos familiares. El mate lo acompaña en su valija a cada continente. Se fue en 1989 por un año, pero su trabajo y vida personal se desarrolló en Inglaterra. Luego de 15 años como consultor de Accenture, en 2003 emprendió su camino independiente.

“Creo que el camino del cambio real dentro de las organizaciones debe ser liderado desde adentro. Mi trabajo es el de catalizador, el de formar y acompañar a equipos para que ellos lideren e impulsen su propio cambio luego de nuestra intervención”, describe. En la Argentina trabajó junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la creación de una Secretaría de cambio cultural que cuenta con el apoyo de 230 personas que son los agentes de cambio dentro del ente estatal. Trabajan en la cultura interna y también en la externa, por ejemplo, con programas para que el ciudadano separe la basura en origen. Actualmente trabaja junto a un equipo de 60 personas en la AFIP para generar un cambio en la cultura tributaria nacional.

Luego de la caída de las Torres Gemelas trabajó con funcionarios de la ciudad de Nueva York para recomponer la confianza en la seguridad. Hace 17 años que acompaña al personal del Palacio de Buckingham en su transformación y a varias fuerzas de seguridad británicas.

Junto a un pequeño grupo de socios especializados en antropología y psicología, utilizan una metodología de cambio cultural propia, y dice tener un “antídoto” contra los programas de cambio tradicionales que “muchas veces se quedan en lo cosmético, pero no generan verdaderos cambios”. En sociedad con los líderes de las organizaciones, no acepta trabajos en los que no puede hacer un diagnóstico en el centro del problema. Hace unas semanas viajó a una mina en Mozambique para entender la jornada de trabajo de los mineros, compró los medicamentos de una farmacéutica que busca crecer con un propósito centrado en los pacientes y adquirió los servicios de una aseguradora que lo contrataba para lograr mayor agilidad en los procesos. “Hoy todo el mundo habla de cambio cultural. Ya se entiende que no es una cuestión de tecnología, sino de personas. Años de probar mecanismos, premios, castigos, pero la realidad es que eso no ha funcionado. Entonces para poder generar un cambio hay que focalizar en creencias y no tanto en conductas”, asegura.

En su trabajo siempre lo ayudó poder pararse seguro ante cada desafío, dice. “Se trata de esa confianza que tenemos los argentinos, que mal entendida nos puede hacer caer como arrogantes, pero que bien entendida es una gran fortaleza. Pararnos e ir por lo que creemos y desafiar lo que haga falta. Me permitió meterme en lugares que nadie se animaba a desafiar.” Para Bajer la clave de su trabajo reside en conocer a fondo las necesidades que tiene cada individuo que forma parte de una organización: “Si ayudamos a las personas a creer en lo que hacen, su respuesta será orgánica y ellos mismos querrán hacer lo mejor. Para que esto suceda, tiene que haber un objetivo significativo en lo que les estamos pidiendo que hagan”.

  • Gaby Goldberg (36). Directora creativa de Uninterrupted. Creadora del manifiesto “I am more than an athlete”

“Considero mi trabajo terminado cuando provoca un sentimiento que perdura en quien lo recibe”

Recuerda sus excursiones adolescentes de fin de semana al Parque Rivadavia en busca de discos como un inicio de su camino artístico. Desde muy chica una búsqueda ecléctica la llevó a estudiar guitarra, canto lírico y composición con sintetizadores electrónicos. Luego de su secundaria en la escuela ORT, comenzó la carrera de Diseño en la UBA, al mismo tiempo que estudiaba Producción Audiovisual en la Universidad de Lanús.

Todo ese cocktail de estímulos explica mucho del presente de Gabriela Goldberg, esta argentina basada en la ciudad de Los Ángeles desde 2017, que es hoy la directora de arte de Uninterrupted -la compañía de medios del basquetbolista LeBron James y su socio Maverick Carter-, cuya misión es empoderar a atletas en su vida fuera del deporte. La agencia generadora de contenidos se hizo conocida a partir de un hecho que tuvo a LeBron como protagonista: enojado con una periodista que le había recomendado que se calle y se dedique solamente a jugar y no hablar de política, el basquetbolista posteó en sus redes la foto de un neón diseñado por Gaby con la frase manuscrita “I am more than an athlete” (“Soy más que un atleta”), que es el lema que la argentina desarrolló para la agencia.

El proyecto fue liderado por Ricardo Viramontes, como director creativo, y Goldberg, como directora de arte y diseño, quien sintetizó el mensaje trabajando con su propia letra manuscrita. A partir de este episodio, que fue fuertemente amplificado en redes, Nike licenció la submarca I am more than an Athlete, que, además, fue el nombre de la gira internacional de LeBron James durante julio y agosto de 2018. “Mi forma de encarar la animación es muy artesanal. Arranco escaneando, por capas y con un marcador, mi letra manuscrita. Solamente considero mi trabajo terminado cuando el resultado de lo que hago provoca un recuerdo o un sentimiento que perdura en quien lo recibe. El resto del tiempo estoy en proceso”, describe.

-¿Existe algo así como una fórmula creativa?

-Mi forma de crear siempre está ligada con la intuición, a esa seguridad que se siente fundamentalmente en las tripas. Trato de empezar cada día desde cero, ignorando cualquier conocimiento y regla preestablecida, abrazando mis fracasos e impulsos para encontrar nuevos caminos, nuevas formas de ver y de pensar. Prefiero tener un punto de vista con sus implicancias a vivir en una zona gris.

Cuando todavía residía en la Argentina, Gaby Goldberg creó junto con una socia Raymond, una productora de contenidos. Luego, en 2017, la creativa decidió instalarse en Los Ángeles junto con su marido y su hija Carmela, de 4 años, y desde allí continuar trabajando como directora de arte para distintas ONG, empresas y grupos musicales como Sir Rosevelt, con quienes su trabajo llegó a presentarse durante shows de Jimmy Kimmel y Cirque du Soleil. A finales de 2017, Gaby comenzó a trabajar full time para Uninterrupted.

Para la creativa existe un sello de argentinidad que es muy fuerte en su trabajo. “El esfuerzo y las condiciones en las que a veces tenemos que trabajar, esto del lo atamos con alambre y seguimos, tiene su lado negativo, pero también uno muy positivo porque uno se las rebusca y trata de encontrar soluciones sea como fuera, con un nivel de exigencia e intención de realización que es un diferencial”, dice. Goldberg busca una palabra que la convenza: orgullo, brillo, garra, no dar el brazo a torcer. También el ser honesta y directa y no dejar de defender o criticar una idea es algo que sus compañeros valoran de ella y su trabajo. “Pero también animarme a pensar con el corazón -concluye-. Creo que es un plus que tenemos los argentinos.”

Fuente: La Nación

De vivir en un camión a la oficina con ruedas: el futuro del transporte se hace realidad en Suecia

Hasta ahora autos y camiones estaban destinados, principalmente, para trasladarnos de un lado a otro, sin embargo, una nueva generación de vehículos promete brindar el confort y las posibilidades de una sala de reunión o de una cocina súper equipada. Desde Escandinavia, y de la mano de las principales empresas automotrices llegan propuestas que permiten vislumbrar el transporte del futuro.

Para cruzar el país de punta a punta los camiones siguen evolucionando para darle todo el confort y las posibilidades a los conductores. Ese es el caso del V8 730 de Scania, el modelo de mayor potencia es el S730. La letra “S” hace referencia a la cabina de mayor tamaño de la compañía, y los 730 a la cantidad de caballos de fuerza que tiene el motor. Es el camión con el motor V8 más potente del mundo y caja automática de 12 cambios. Pensado para climas extremos, en sus costados presenta cajas en las que se puede depositar, por ejemplo, las botas de trabajo o la ropa luego de una jornada bajo la nieve, antes de ingresar a la cabina.

Todo menos un baño

La cabina propiamente dicha sólo se diferencia de las comodidades de un departamento mono ambiente porque no tiene un baño, el resto de las comodidades están presentes. Desde el asiento del conductor se puede ver, con sólo girar la cabeza una cama de una plaza, amplia y cómoda, un microondas, heladera y hasta una TV. La pantalla de conducción es digital y refleja la ruta o un video de acuerdo a lo que se necesite. También el asiento y el volante tienen la posibilidad de ajustarse ergonométricamente para acompañar las necesidades del conductor. Al probar las capacidades de la cabina entran, cómodas, 7 personas sentadas entre los asientos y el colchón. Hay también varios compartimentos donde guardar cosas.

El camión es monitoreado desde un centro de logística de Scania, con la aprobación previa de cada conductor, y esto permite que reciba información valiosa sobre su modo de conducir, que le ayuda a ahorrar combustible y a cuidar más las ruedas y al vehículo en general. ¿Cómo? Por ejemplo, entendiendo mejor la manera de pasar a otros autos en la ruta, el frenado y acelerado, todas estas acciones contribuyen a un uso más sustentable del vehículo.

Los camiones V8 se comercializan en la Argentina desde hace muchos años, sin embargo, la nueva generación descripta aquí fue presentada en Europa en 2016 y estará llegando a América Latina a fines de este año, y a nuestro país en 2019.

Un auto para vivirlo

Aunque aún presentado como un prototipo y con el año 2040 cómo horizonte comercial, Volvo planea reemplazar la necesidad de una oficina o habitación de hotel al reimaginar el auto como un living, un club o una sala de reuniones. Su modelo 360c será a

El foco es que al auto pueda transformar su espacio de acuerdo a las necesidades o gustos del viajero. Que sea una oficina, una sala de estar o una cómoda habitación donde dormir en los distintos momentos del viaje, mientras delega en la computadora el manejo del vehículo.

Así, piensan en Volvo, podría ser más eficiente que ir en avión. Este último tipo de viaje permite atravesar distancias a grandes velocidades, pero para vuelos relativamente cortos la ganancia se diluye con el trayecto hacia y desde el aeropuerto, la espera antes de abordar, recoger valijas y demás; un viaje en auto podría tomar un poco más de tiempo, pero con la ventaja de que el punto de partida es nuestro hogar, y que desde el minuto uno este auto podría transformarse en una oficina o un dormitorio.

Pieza por pieza

Además de conducir el camión V8 LA NACION pudo visitar la planta de fabricación donde se puede experimentar, de principio a fin, el armado pieza por pieza de un camión. Es un proceso que demanda el trabajo compartido entre unos 800 trabajadores y máquinas de alta tecnología que trabajan en equipo durante 8 horas. Cada espacio para caminar y para observar estaba delimitado por unos “corralitos” y líneas punteadas para no interrumpir las tareas de los trabajadores que trabajan con el ritmo de una orquesta armoniosa.

Estos pasos están cronometrados en pantallas que los trabajadores (con una presencia femenina casi de 3 cada 10, aproximadamente) miran y estudian para no retrasar ni un segundo su tarea. Todos rotan por todos los puestos cada media hora, para evitar posibles lesiones por repetición y para tener variedad en el trabajo. Los distintos colores de camisetas y pecheras describen sus puestos: control de calidad, jefe de equipo y hay hasta un puesto especial, que responde más al sindicato que a la compañía, que se dedica a verificar que ningún trabajador esté haciendo movimientos o tareas que puedan perjudicar su salud.

 

Fuente: La Nación

Una buena idea como trampolín inmejorable para la superación

El primer impulso que tuvo fue buscar una camisa de lentejuelas que ya no usaba más. La cortó, midió con ella el diámetro de su cabeza y partir de ese retazo cosió su primer turbante. El 28 de octubre del año pasado a Carmela Bustelo, de 22 años, le diagnosticaron cáncer en los ganglios linfáticos: un linfoma de Hodgkin. Su psicóloga, que había atravesada la misma enfermedad, le dio sus pañuelos, pero Chola, amante de la moda desde que tiene memoria, quería algo “canchero y para su edad”. Así nació Las Cholas, un emprendimiento de vinchas que resignificó lo que le toca vivir.

¿Fue la resiliencia lo que impulsó la creatividad en Carmela o, al revés, la creatividad le dio las fuerzas para afrontar la dificultad? “Cuando me dijeron que tenía que hacer quimioterapia, mi familia se preocupó por cómo sería mi reacción, sin embargo, yo siempre supe que podía con esto y con mucho más. Sí, no lo puedo negar: el cáncer me sacó mi amado y kilométrico pelo, la energía de hacer mil cosas por día, pero no me sacó mis ganas de querer comerme el mundo”, cuenta la estudiante de Arquitectura, marcando su postura frente a la vida.

En pocos meses pasó de reciclar sus camisas a comprar telas al por mayor, trabajar con su familia y contratar una contadora. Llegaron pedidos de toda la Argentina, apalancado por varias personas conocidas que empatizaron con su causa y se calzaron las vinchas en Instagram causando un aluvión de seguidores. Con Las Cholas quiere mostrar que los turbantes no son marca registrada del cáncer. Y al ser ella su “primer laboratorio de pruebas” tiene en cuenta todo lo que una paciente puede necesitar. Se nota en los cientos de mensajes de agradecimiento que le dejan en redes sociales otras chicas que encontraron una comunidad de pertenencia y la posibilidad de “sentirse divinas”.

¿Qué tiene ese gen de la creatividad argentina? Rebuscárselas para hacer mucho con poco, probar a ver qué pasa, encontrarle la vuelta, adaptarse al cambio permanente. Quizá también se trate de ser prácticos, tozudos, un poco caraduras.

No hay que hacer mucho esfuerzo para ubicar cabezas creativas liderando equipos en las principales empresas globales del mundo. Como Nacho Zuccarino, en Google Cloud en Silicon Valley. O Gastón Podestá, al frente de Recursos Humanos de una empresa con 420.000 empleados -Accenture-, de quien sus colegas de todo el mundo resaltan su mirada ante la diversidad, empatía y apertura mental. Javier Bajer, en Londres, se desempeña como arquitecto cultural: lo contratan para innovar en el diseño de las principales ciudades del mundo. Y Pablo Castro, máxima referencia en Inteligencia Artificial de Microsoft, conduce un dream team de 80 ingenieros de todo el mundo desde la casa matriz en los Estados Unidos.

En la Argentina sobran las ideas creativas que pasaron del sueño a plasmarse en proyectos concretos, con un fuerte componente social y la resiliencia como bandera. Celeste Medina, que decidió acercar la programación a chicas de bajos recursos con su proyecto Ada IT, fue señalada por Michelle Obama como un ejemplo de empoderamiento de las mujeres. A propósito de líderes mujeres, Ángela Merkel quedó admirada cuando Jerónimo Bautista Bucher le presentó su prototipo de vasos reciclables fabricados con algas para disminuir la contaminación del telgopor.

También el caso de Daniel Simons es admirable: sobrepuesto de una adolescencia de extrema pobreza y desamparo, vive en un barrio humilde del Bajo Flores y dirige una empresa de videogames de calidad global. Bildo, el protagonista de su juego, es un chico que va por la vida pintando todo de colores brillantes. Es un exponente de esta legión de argentinos que se hacen cargo, que saben que las barreras externas están ahí, pero ven en ellas un trampolín para tomar impulso. ¿Será esta la famosa argentinidad que nos infla el pecho?

Fuente: La Nación