De vivir en un camión a la oficina con ruedas: el futuro del transporte se hace realidad en Suecia

Hasta ahora autos y camiones estaban destinados, principalmente, para trasladarnos de un lado a otro, sin embargo, una nueva generación de vehículos promete brindar el confort y las posibilidades de una sala de reunión o de una cocina súper equipada. Desde Escandinavia, y de la mano de las principales empresas automotrices llegan propuestas que permiten vislumbrar el transporte del futuro.

Para cruzar el país de punta a punta los camiones siguen evolucionando para darle todo el confort y las posibilidades a los conductores. Ese es el caso del V8 730 de Scania, el modelo de mayor potencia es el S730. La letra “S” hace referencia a la cabina de mayor tamaño de la compañía, y los 730 a la cantidad de caballos de fuerza que tiene el motor. Es el camión con el motor V8 más potente del mundo y caja automática de 12 cambios. Pensado para climas extremos, en sus costados presenta cajas en las que se puede depositar, por ejemplo, las botas de trabajo o la ropa luego de una jornada bajo la nieve, antes de ingresar a la cabina.

Todo menos un baño

La cabina propiamente dicha sólo se diferencia de las comodidades de un departamento mono ambiente porque no tiene un baño, el resto de las comodidades están presentes. Desde el asiento del conductor se puede ver, con sólo girar la cabeza una cama de una plaza, amplia y cómoda, un microondas, heladera y hasta una TV. La pantalla de conducción es digital y refleja la ruta o un video de acuerdo a lo que se necesite. También el asiento y el volante tienen la posibilidad de ajustarse ergonométricamente para acompañar las necesidades del conductor. Al probar las capacidades de la cabina entran, cómodas, 7 personas sentadas entre los asientos y el colchón. Hay también varios compartimentos donde guardar cosas.

El camión es monitoreado desde un centro de logística de Scania, con la aprobación previa de cada conductor, y esto permite que reciba información valiosa sobre su modo de conducir, que le ayuda a ahorrar combustible y a cuidar más las ruedas y al vehículo en general. ¿Cómo? Por ejemplo, entendiendo mejor la manera de pasar a otros autos en la ruta, el frenado y acelerado, todas estas acciones contribuyen a un uso más sustentable del vehículo.

Los camiones V8 se comercializan en la Argentina desde hace muchos años, sin embargo, la nueva generación descripta aquí fue presentada en Europa en 2016 y estará llegando a América Latina a fines de este año, y a nuestro país en 2019.

Un auto para vivirlo

Aunque aún presentado como un prototipo y con el año 2040 cómo horizonte comercial, Volvo planea reemplazar la necesidad de una oficina o habitación de hotel al reimaginar el auto como un living, un club o una sala de reuniones. Su modelo 360c será a

El foco es que al auto pueda transformar su espacio de acuerdo a las necesidades o gustos del viajero. Que sea una oficina, una sala de estar o una cómoda habitación donde dormir en los distintos momentos del viaje, mientras delega en la computadora el manejo del vehículo.

Así, piensan en Volvo, podría ser más eficiente que ir en avión. Este último tipo de viaje permite atravesar distancias a grandes velocidades, pero para vuelos relativamente cortos la ganancia se diluye con el trayecto hacia y desde el aeropuerto, la espera antes de abordar, recoger valijas y demás; un viaje en auto podría tomar un poco más de tiempo, pero con la ventaja de que el punto de partida es nuestro hogar, y que desde el minuto uno este auto podría transformarse en una oficina o un dormitorio.

Pieza por pieza

Además de conducir el camión V8 LA NACION pudo visitar la planta de fabricación donde se puede experimentar, de principio a fin, el armado pieza por pieza de un camión. Es un proceso que demanda el trabajo compartido entre unos 800 trabajadores y máquinas de alta tecnología que trabajan en equipo durante 8 horas. Cada espacio para caminar y para observar estaba delimitado por unos “corralitos” y líneas punteadas para no interrumpir las tareas de los trabajadores que trabajan con el ritmo de una orquesta armoniosa.

Estos pasos están cronometrados en pantallas que los trabajadores (con una presencia femenina casi de 3 cada 10, aproximadamente) miran y estudian para no retrasar ni un segundo su tarea. Todos rotan por todos los puestos cada media hora, para evitar posibles lesiones por repetición y para tener variedad en el trabajo. Los distintos colores de camisetas y pecheras describen sus puestos: control de calidad, jefe de equipo y hay hasta un puesto especial, que responde más al sindicato que a la compañía, que se dedica a verificar que ningún trabajador esté haciendo movimientos o tareas que puedan perjudicar su salud.

 

Fuente: La Nación